Alimentación consciente ¿es para mí?

La alimentación consciente consiste en prestar atención a la comida, al propósito de comer y disfrutar momento a momento y sin juzgar.  Esta práctica implica sintonizar los sentidos (vista, gusto, olfato, oído) a la hora de comer, estando completamente presente y comiendo de manera lenta. 

El principal objetivo de la alimentación consciente es ayudar a las personas a disfrutar el momento y la comida, busca, además, fomentar la presencia plena para la experiencia de comer. Este tipo de alimentación no tiene como finalidad la pérdida de peso, sin embargo, hay cierta probabilidad de que se reduzca un poco de peso corporal si se adopta este estilo de alimentación. La clave es identificar las señales corporales internas en vez de los desencadenantes externos de la alimentación como el estrés o la alimentación emocional y dejar de comer cuando uno se siente satisfecho en lugar de comer en exceso.

Existen actitudes relacionadas con la alimentación consciente como: no juzgar la comida, paciencia a la hora de comer, mente de principiante, confianza, no esforzarse, aceptación, dejar ir las expectativas pasadas sobre la comida.  Estas actitudes son importantes en la práctica de la atención plena y representan la base de la alimentación consciente.

Comer de forma consciente se trata de llevar la conciencia plena a cada plato o bocado de comida. Se ha encontrado que la práctica de la alimentación consciente puede contribuir en el tratamiento de algunos trastornos alimentarios, como la ingesta excesiva de alimentos con un alto aporte calórico, atracones, y control de peso. El estrés, también parece disminuir cuando las personas se toman el tiempo de comer conscientemente, relajados, estando presentes de forma plena y sin pensar en los problemas.

La alimentación consciente fue desarrollada principalmente para el tratamiento de personas que sufren de trastorno por atracón, sin embargo, también puede ser eficaz la minimizar el aumento de peso y promover la pérdida de peso, debido a que interrumpe la alimentación automática. También ha sido aplicada en mujeres premenopáusicas que sufren de estrés, personas con diabetes mellitus II, personas que suelen comer fuera de casa más de 3 veces a la semana, en todos los casos se encontraron resultados positivos, pues se redujeron los episodios de estrés, disminución del peso corporal, reducción de la concentración de glucosa sanguínea en los pacientes con diabetes, entre otros.

El mindful eating o alimentación consciente, no se trata de una dieta, si no de un estilo de vida que ayuda a conocer más las señales del organismo de acuerdo a sus necesidades, a diferenciar entre el hambre fisiológica y la psicológica, además de brindar diversos beneficios al organismo. Se recomienda comer sentado y en un lugar tranquilo, no comer si no se tiene hambre, masticar despacio, no ingerir alimentos hasta tener la sensación de tener estómago lleno, comer sin distracciones como el celular o la televisión encendida.

Sin duda es un estilo de vida que cualquier sector de la población puede llevar a cabo, pues ayuda a mejorar la relación con la comida, haciéndolos más conscientes de lo que consumen y con ello iniciar con cambios positivos con respecto a la alimentación.

Equipo de investigación y editorial iNat México.  

Referencias

Nelson J. B. (2017). Mindful Eating: The Art of Presence While You Eat. Diabetes spectrum: a publication of the American Diabetes Association, 30(3), 171–174.

Lyzwinski, L. N., Edirippulige, S., Caffery, L., & Bambling, M. (2019). Mindful Eating Mobile Health Apps: Review and Appraisal. JMIR mental health, 6(8), e12820.

Miller C. K. (2017). Mindful Eating With Diabetes. Diabetes spectrum: a publication of the American Diabetes Association, 30(2), 89–94.

 

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