Dentro de toda la diversidad de alimentos que existen hay algunos que pueden generar inflamación y otros que la combaten. Debido a esto la mayoría de las personas optan por prescindir de estos alimentos en su dieta. Sin embargo, es importante mencionar que todos los alimentos poseen sustancias que benefician a nuestra salud y por ello es necesario incluirlos en nuestros platillos. La inflamación, cuando es transitoria, no es mala, ya que surge como una respuesta de defensa del cuerpo ante infecciones y traumas. Existen múltiples factores que desencadenan la inflamación como infecciones, lesiones físicas, alérgenos o toxinas alimentarias y un estilo de vida poco saludable.
Dentro de los componentes de la dieta que se ha visto generan inflamación con los ácidos grasos omega 6. La inflamación se genera cuando existe un desequilibrio en las concentraciones de omega 6 (alto) y omega 3 (bajo). Los ácidos grasos omega 6 son esenciales y deben obtenerse de los alimentos. Son importantes para la regulación de la producción de energía esencial para el metabolismo, así como la salud ósea, de la piel y el cabello. Disminuye el riesgo de ataque cardiaco. Reduce las concentraciones de colesterol en sangre, no así de triglicéridos. Muchos alimentos contienen ácidos grasos omega 6, en particular los aceites vegetales (soya, maíz, cártamo, girasol) y las nueces.
Del mismo modo, el gluten, puede generar inflamación en aquellas personas con alergia o intolerancia al gluten. Sin embargo, que alguna persona no ha presentado síntomas relacionados con estas patologías, no es necesario eliminarlo de la dieta. El gluten se encuentra en cereales integrales como el trigo, cebada o centeno. El trigo es un cereal que aporta carbohidratos, fibra, vitaminas del complejo B y minerales. La fibra dietética del trigo posee beneficios para la prevención y el tratamiento de enfermedades crónicas como las afecciones cardiovasculares, la diabetes mellitus, el cáncer e hipertensión arterial. También se ha relacionado con la reducción de ciertos tipos de cáncer, principalmente el cáncer de colon. Por su parte, la cebada tiene el mayor contenido de fibra dietética. El consumo regular de cebada integral y su extracto hidroalcohólico reduce el riesgo de enfermedades crónicas como diabetes, cáncer, obesidad, enfermedades cardiovasculares, entre otras. El centeno posee una gran variedad de compuestos bioactivos relacionados con la mejora de la salud. Una dieta rica en centeno podría mejorar la salud intestinal, aumentar la saciedad y mejorar los valores de la curva de tolerancia a la glucosa en sangre.
Existen algunas verduras que también pueden ocasionar inflamación e incluso flatulencias, como es el caso del brócoli, espinacas, lechuga, calabaza, col de Bruselas, coliflor y cebolla. Normalmente suelen ocasionar inflamación debido a su contenido de fibra y a que son consumidas crudas, lo cual dificulta su digestión. Pero, esto no quiere decir que tengan que ser eliminadas de la dieta pues hay que recordar que son alimentos bajos en calorías, ricos en agua, fibra, vitaminas (A, C, folato, complejo B) y minerales. Tienen un poder antioxidante.
Existen alimentos que ocasionan inflamación abdominal la cual puede resultar molesta. Sin embargo, retirar estos alimentos de la dieta puede ser un error. Se debe tener en cuenta que los alimentos poseen nutrientes indispensables para el funcionamiento del organismo y por ello es importante su consumo.
Equipo de investigación y editorial iNat México.
Referencias
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