Beneficios del plátano y porque sí debo incluirlo en mi alimentación

El plátano es una fruta tropical procedente de la planta que recibe el mismo nombre o banano. Tiene una forma alargada o ligeramente curvada y suele tener un peso de 100-200 g. Su piel es gruesa con un color amarillo y fácil de pelar, por su parte, la pulpa es de color blanco o amarillento. Existen cientos de especies de plátano, pero las más conocidas son: pequeño, enano, grande, plátano de Canarias, plátano macho, rojo y gigante. Existe evidencia de que tanto la cáscara como la pulpa cuentan con propiedades antifúngicas y antibióticas gracias a sus propiedades químicas, del mismo modo, tienen neurotransmisores como la norepinefrina, serotonina y dopamina.

Como es bien conocido el plátano es una buena fuente de potasio, ya que, un solo plátano puede aportar hasta un 23% de la ingesta diaria recomendada de potasio. El potasio ayuda a mantener el correcto funcionamiento de los músculos y evita los espasmos. Además, el potasio, interviene en la disminución de la presión arterial y también ayuda a reducir el riesgo de accidentes cerebrovasculares. También contiene otros minerales, como fósforo, zinc, calcio y magnesio, que resultan fundamentales para el mantenimiento de los sistemas óseo y muscular.

El plátano también representa una fuente de vitaminas como vitaminas A, B6 o piridoxina, folatos, vitamina C y vitamina D, lo cual brinda beneficios para la salud tanto de huesos como de los músculos. Al ser rico en piridoxina, aportando el 41% del requerimiento diario, podría ayudar a mejorar el humor en aquellas personas que sufren depresión y síndrome pre-menstrual. Esta vitamina ayuda a atenuar el metabolismo de distintos neurotransmisores como serotonina, norepinefrina, sistema colinérgico, dopamina y ácido γ-aminobutírico. La deficiencia de piridoxina genera el desarrollo de la depresión, así como el síndrome premenstrual y el trastorno disfórico premenstrual.

Esta fruta es rica en fibra soluble principalmente inulina. Ésta es beneficiosa para la microbiota intestinal, ayudando a mejorar la integridad del sistema digestivo y sistema inmunológico. Asimismo, se ha encontrado un papel protector contra diabetes y enfermedades cardiovasculares, al igual que ayuda a disminuir las concentraciones de colesterol sanguíneo.

Además, de ser rico en vitaminas, minerales y fibra, también contiene compuestos fenólicos y flavonoides, un tipo de fitoquímicos que se han asociado con diversos efectos positivos en la salud pues pueden brindar protección contra el cáncer y otras enfermedades crónicas.

El consumo del plátano ha generado controversia alrededor de las personas que padecen diabetes debido a que podría incrementar la glucosa en sangre, sin embargo, el plátano es una opción adecuada para dichas personas si se encuentra en un adecuado estado de maduración, es decir, ni verde ni exageradamente maduro. Esta recomendación de consumir el plátano ni muy verde ni muy maduro es debido a que cuando se encuentra verde es difícil su proceso de digestión, por el contrario, cuando se encuentra muy maduro, ha perdido algunas vitaminas, minerales y fitoquímicos. Por otro lado, es importante evitar el consumo de plátano cuando presenta un tono gris o luce pálido, pues es una señal de han sido refrigerados, afectando su adecuada maduración.

Incluir esta fruta en la alimentación ayudará a mejorar la salud gracias a su contenido nutricional que contribuye a mantener la integridad del organismo y a la prevención de enfermedades.

Equipo de investigación y editorial iNat México.

Referencias: 

Blasco López, G., & Gómez Montaño, F. J. (2014). Propiedades funcionales del plátano (Musa sp). Revista Médica de la Universidad Veracruzana, 22–26.

Fundación Española de la Nutrición. (s. f.). Plátano. Frutas, 295–296.

Espinosa, F. (2017, 30 noviembre). El poder de. . . El plátano. El Poder del Consumidor

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