Bondades‌ ‌de‌ ‌la‌ ‌cúrcuma‌ ‌

La cúrcuma es una especia que ha recibido mucho interés desde el punto de vista médico y científico, así como del mundo culinario. Es un compuesto cristalino de color amarillo anaranjado brillante, por lo que se utiliza como colorante alimentario. Las propiedades medicinales de la cúrcuma son conocidas desde hace miles de años. La cúrcuma longa se ha utilizado tradicionalmente en los países asiáticos como hierba medicinal debido a sus distintas propiedades como antioxidante, antiinflamatorio, antimutagénico, antimicrobiano y anticancerígeno.

En los últimos 50 años se ha expuesto que la mayoría de los efectos de la cúrcuma longa se deben a la curcumina. Los componentes encontrados en la cúrcuma longa llamados curcuminoides, siendo la curcumina el más abundante. La curcumina además de ser el principal compuesto de la cúrcuma tiene efectos potenciales contra la diabetes, alergias, artritis, enfermedad de Alzheimer y otras enfermedades crónicas.

Asimismo, se ha demostrado que auxilia en las afecciones inflamatorias, el síndrome metabólico, el dolor y en el tratamiento de las afecciones oculares inflamatorias y degenerativas. Además, se ha encontrado que tiene efectos positivos para la salud de los riñones. Si bien parece haber innumerables beneficios terapéuticos de la curcumina, la mayoría de estos beneficios se deben a sus efectos antioxidantes y antiinflamatorios.

Hoy en día debido a que COVID-19 está afectando a la población alrededor del mundo se han explorado diversos tratamientos. Sin embargo, aún no existe un tratamiento definitivo para esta enfermedad. De acuerdo con la evidencia de distintas investigaciones se ha sugerido que la curcumina podría resultar útil para el tratamiento de pacientes, principalmente en casos de SDRA (síndrome de dificultad respiratoria aguda) con alto riesgo de mortalidad. Debido a que la curcumina tiene diversos efectos terapéuticos (efectos antivirales, antinociceptivos, antiinflamatorios, antipiréticos, antifatiga, antioxidantes, antiapoptóticos y antifibróticos) podría ser una nueva opción de tratamiento para combatir la pandemia de COVID-19. Sin embargo, aún se siguen realizando múltiples investigaciones para comprobar su eficacia.

El consumo de cúrcuma (curcumina) tiene un potencial de seguridad desde hace mucho tiempo. De acuerdo con los informes del JECFA (Comité Conjunto de Expertos en Aditivos Alimentarios de la Organización Mundial de la Salud y las Naciones Unidas) y de la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria), el valor de la ingesta diaria permitida (IDA) de curcumina es de 0 a 3 mg / kg de peso corporal. Diversos estudios en sujetos sanos han secundado la seguridad y eficacia de la curcumina.

La curcumina ha recibido atención mundial por sus múltiples beneficios para la salud, principalmente por sus mecanismos antioxidantes y antiinflamatorios. Las diversas investigaciones sugieren que la curcumina puede ayudar en el manejo de diversas afecciones como síndrome metabólico, artritis, ansiedad e hiperlipidemia. Del mismo modo, puede ayudar en el tratamiento de la inflamación y el dolor muscular inducidos por el ejercicio, mejorando así la recuperación y el rendimiento posterior en personas activas. Gracias a su potencial terapéutico, se ha analizado la posibilidad de utilizarlo como tratamiento para COVID-9. Además, su consumo resulta seguro.

Equipo de investigación y editorial iNat México.

Referencias: 

Hewlings, S. J., & Kalman, D. S. (2017). Curcumin: A Review of Its Effects on Human Health. Foods (Basel, Switzerland), 6(10), 92.

Pulido-Moran, M., Moreno-Fernandez, J., Ramirez-Tortosa, C., & Ramirez-Tortosa, M. (2016). Curcumin and Health. Molecules (Basel, Switzerland), 21(3), 264.

Babaei, F., Nassiri-Asl, M., & Hosseinzadeh, H. (2020). Curcumin (a constituent of turmeric): New treatment option against COVID-19. Food science & nutrition, 8(10), 5215–5227. 

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