Los músculos son considerados los motores del organismo que, gracias a sus propiedades de excitabilidad, contractibilidad, elasticidad, pueden generar fuerza y movimiento. Requieren del sistema nervioso para su funcionamiento. El músculo participa en diversas funciones vitales como almacén de proteínas.

La realización de actividad física permite el desarrollo e incremento del músculo por medio del uso de los nutrientes provenientes de la dieta (carbohidratos, grasas, proteínas), los cuales entran en diferentes reacciones químicas que se llevan a cabo dentro del organismo para la producción de energía.

Cuando se ingieren los alimentos se estimula la creación de músculo mediante el uso de las proteínas, mientras que la insulina se encarga de evitar la destrucción de estos. El uso de proteínas para la formación muscular es mayor después de haber ingerido los alimentos y menos en los periodos de ayuno. Además, de la alimentación, el ejercicio también funciona como estímulo para la formación del músculo. Al realizar ejercicio se estimula la creación de proteínas que ayudarán en la formación del músculo.

El músculo descompone y crea proteínas de manera continua. Para que el músculo gane masa muscular es necesario que el estímulo para la creación muscular sea más alto que la tasa de destrucción. El ejercicio de entrenamiento se ha considerado como un estimulador en la creación de proteínas; en un estudio quedó demostrado que el ejercicio de resistencia aumenta la formación de proteínas durante 24 a 48 horas, lo que ayuda con el aumento de masa muscular. Sin embargo, es importante que se consuman alimentos después del ejercicio, ya que, de no ser así, la formación de proteínas podría reducirse o inhibirse. Se cree que esto es debido a que durante el ejercicio el flujo sanguíneo es mayor y por tanto el transporte de las proteínas hacia el músculo aumenta.

En el proceso de aumento de masa muscular también interfieren diferentes tipos de hormonas como los factores de crecimiento, insulina y la hormona de crecimientos. Los factores de crecimiento ayudan en la creación de proteínas para el incremento del tamaño muscular, además de ayudar a reparar el músculo dañado durante la realización del ejercicio. La insulina estimula el crecimiento muscular y facilita la entrada de glucosa necesaria para cubrir las necesidad energéticas intramusculares. La hormona del crecimiento ayuda activando la utilización de las grasas como energía para el crecimiento muscular, al mismo tiempo que ayuda a la incorporación de las proteínas al músculo.

Tanto hombres como mujeres responden de manera parecida al estímulo de un entrenamiento de resistencia. Pero, debido a las diferencias en el tamaño corporal, la composición corporal y niveles hormonales, cada uno tendrá un efecto diferente en el grado de crecimiento muscular.

Equipo de investigación y editorial iNat México.  

Referencias

Federación Española de Enfermedades Neuromusculares & Association Francaise contre les Myopathies. (2003, julio). El Músculo esquelético. ASEM. 

Gil Hernández, A. (2019). El músculo, paradigma metabólico en la recuperación nutricional. Nutrición Hospitalaria, 36(2), 1-25. 

McGlory, C., van Vliet, S., Stokes, T., Mittendorfer, B., & Phillips, S. M. (2019). The impact of exercise and nutrition on the regulation of skeletal muscle mass. The Journal of physiology, 597(5), 1251–1258. 

Weinert D. J. (2009). Nutrition and muscle protein synthesis: a descriptive review. The Journal of the Canadian Chiropractic Association, 53(3), 186–193.

 

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