El huevo es uno de los alimentos de origen animal mayormente consumido alrededor del mundo, además de que resulta ser económico y de fácil acceso. Durante mucho tiempo se ha dicho que el consumo de este alimento resulta dañino para la salud, pues se cree que eleva el colesterol en sangre siendo un factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares o bien que los huevos rojos son más nutritivos. También se ha dicho que consumirlo crudo es bueno para la salud o que se debe consumir solo la clara. Sin embargo, no todo lo que se dice es cierto.

Los huevos resultan ser un buen alimento desde el punto de vista nutricional, pues aportan lípidos, proteínas, vitaminas, minerales y oligoelementos esenciales. De hecho, se ha clasificado como la fuente más económica en alimentos de origen animal de proteínas, vitamina A, hierro, vitamina B12, riboflavina, colina y la segunda fuente más económica de zinc y calcio. Además, los huevos son una excelente fuente de proteína de alto valor biológico. Se ha demostrado que las proteínas del huevo poseen muchas actividades biológicas importantes, incluidas propiedades antioxidantes, antimicrobianas y antihipertensivas.

Las diversas investigaciones han demostrado que el consumo de huevo no significa un riesgo para la salud y es importante incluirlo en la dieta por su alto contenido nutrimental. Se ha destacado que el colesterol contenido en el huevo no se absorbe bien por lo que su consumo no afecta las concentraciones de colesterol en la sangre.

Está bien establecido que el huevo puede contribuir a la salud general a lo largo de la vida, sin embargo, las personas que padecen trastornos metabólicos como diabetes, hipercolesterolemia e hipertensión aún deben tener cuidado con la ingesta de colesterol en su dieta.

Otra inquietud se relaciona con la alergia al huevo, que es una alergia alimentaria común en niños menores de cinco años. La alergia al huevo suele desarrollarse dentro de los primeros cinco años de vida, y el 50% de los niños superan la hipersensibilidad al huevo a los tres años. Pero en la mayoría de los casos, la prevalencia de la alergia al huevo disminuye con la edad y, por lo general, se resuelve en la edad escolar.

También se ha dicho que de acuerdo al color del cascarón del huevo este tiene más o menos nutrientes. Sin embargo, esto es falso ya que el color está dado por la raza de la gallina que puso el huevo. Así bien, tanto los huevos “rojos” como los “blancos” cuentan con la misma composición y contenido nutrimental, sin afectar su calidad y sabor.

Durante muchos años se ha consumido el huevo crudo, normalmente en licuados, sin saber el riesgo que esto representa. El consumo del huevo crudo afecta la digestión de la clara, pues ésta sólo se digiere correctamente cuando se encuentra cocida, pues de esta forma se reciben los beneficios que esta tiene. No obstante, consumir este alimento en crudo puede representar un riesgo de contraer una infección por salmonella, pues está bacteria solo logra eliminarse cuando se somete a una fuente de calor.

Consumir solo la clara y dejar de lado la yema también resulta ser una práctica muy común. Sin embargo, ambas partes del huevo significan una gran combinación de nutrimentos, por lo que eliminar el consumo de alguna podría representar perder algunos de sus beneficios.  En sí, es un alimento con un bajo contenido calórico y con un efecto saciante duradero. Por lo tanto, mientras no exista una contraindicación médica sobre su consumo se recomienda consumir hasta 1 pieza al día.

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Equipo de investigación y editorial iNat México.

Referencias: 

Réhault-Godbert, S., Guyot, N., & Nys, Y. (2019). The Golden Egg: Nutritional Value, Bioactivities, and Emerging Benefits for Human Health. Nutrients, 11(3), 684.

Lee, J. H., & Paik, H. D. (2019). Anticancer and immunomodulatory activity of egg proteins and peptides: a review. Poultry science, 98(12), 6505–6516

 

 

 

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