Ejemplos de reciclaje en distintos países y su impacto ambiental

Dentro de la amplia gama de temas que guardan relación con la problemática ambiental y que en los últimos años ha tomado fuerza en los programas de protección del medio ambiente a nivel mundial, se encuentra la gestión de los residuos que producimos cada uno de nosotros.

En este sentido resulta interesante tomar como ejemplo las iniciativas que otros países ya están realizando y, en base a los mejores resultados, tomarlos como un ejemplo a seguir para fomentar la cultura del reciclaje en México.

Reciclar significa separar o extraer materiales del flujo de desechos y acondicionarlos para su comercialización de modo que puedan ser usados como materias primas en sustitución de materiales vírgenes.

Nueva York
En el siglo XIX el 75% de la basura era arrojada al mar. En 1895 el comisionado George Waring adoptó un plan de administración de basuras que prohibía arrojar los residuos al mar y obligaba a reciclar. Las basuras de las casas tenían que ser separadas en tres categorías: orgánica, la cual era comprimida para eventualmente producir grasa, que posteriormente sería utilizada en la producción de jabón; materiales reciclables como papel y cartón; y ceniza que era llevada a rellenos sanitarios.
El reciclaje empezó en Nueva York como un programa voluntario en 1986. En 1992, como respuesta a las limitadas opciones de disposición final de los residuos, se aprobó el ‘Plan de administración de residuos sólidos de Nueva York’. El plan actual tiene como finalidad aumentar el reciclaje en toda la ciudad, prevenir la generación y aumento de basura e incrementar el compostaje en la basura que producen los parques.

Madrid.
Desde 1982, el ayuntamiento de Madrid empezó a ser el responsable de la recolección de residuos sólidos, por tanto, distribuyó por las calles contenedores para vidrio. La recolección con separación en la fuente se inició en 1990, mediante una experiencia piloto que se hizo solamente en algunos sectores de la ciudad y en la cual los usuarios clasificaban la basura en dos bolsas: residuos orgánicos e inorgánicos. Para el caso del papel y el cartón, se realizó un proyecto piloto en 1991 y después de varias pruebas se concluyó que la recolección más eficaz es la realizada mediante los contenedores dispuestos en las calles.

Actualmente, 2’900,000 habitantes en Madrid, mas la población que vive en los alrededores y se desplaza a la capital, produce de las diferentes fuentes (hogares, clínicas, supermercados, industria, comercio, etc.) 3,800 toneladas de residuos al día, los cuales son dispuestos en 250.000 contenedores distribuidos por toda la ciudad o llevados a los centros de recogida para el reciclaje (CRR). Todos los días de la semana más de 300 vehículos recolectores se encargan de  vaciar los contenedores distribuidos en los veintiún distritos administrativos y existen días especiales en los cuales los ciudadanos pueden entregar muebles viejos, animales muertos y autos abandonados. Una vez se ha recolectado la basura previamente clasificada por los residentes, se lleva a alguna de las dos plantas de tratamiento; una de estas aprovecha la combustión de los residuos para producir energía. La basura no reciclada es conducida al relleno sanitario (vertedero Valdemingomez). Madrid cuenta con tres métodos para tratar residuos: el relleno sanitario, el cual es sometido a un riguroso control ambiental, una planta de recuperación, la cual produce abono y una planta adicional que recupera, recicla y produce energía.

Algunos de los beneficios de reciclar nuestra basura:

Menos consumo de energía. Si reciclamos reducimos el trabajo de extracción, transporte y elaboración de nuevas materias primas, lo que conlleva una disminución importante del uso de la energía necesaria para llevar a cabo estos procesos.

Menos CO2 a la atmósfera. A menor consumo de energía generamos menos CO2 y reducimos el efecto invernadero. Es decir, que reciclar en casa supone ayudar al planeta y contribuir a luchar contra el cambio climático.

Menos contaminación del aire. Es un punto importante si prestamos atención a la relación que hay entre la calidad del aire y la salud. Según indica la Organización Mundial de la Salud (OMS), nuestra salud cardiovascular y respiratoria será mejor cuanto más bajo sea el nivel de este tipo de contaminación. Algo a tener en cuenta si pensamos en el tipo de aire que están respirando nuestros niños y niñas cuando juegan en los parques o las calles de las grandes urbes.

De este modo ahorraremos una cantidad importante de recursos naturales y conservaremos, entre otras cosas, nuestros bosques, los llamados pulmones del planeta, cuyo trabajo es fundamental para descontaminar el ambiente.

Equipo de investigación y editorial iNat México.

https://www.redalyc.org/pdf/2570/257020617015.pdf

 

 

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