Hipertensión ¿todo es en relación a la sal?

La presión arterial es aquella fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias, cuando esta es demasiado alta se considera hipertensión. La mayoría de las personas no se dan cuenta de que padecen de esta enfermedad debido a que no suelen presentar síntomas o signos evidentes. Entre los síntomas que se pueden presentar se encuentran dolores de cabeza matutinos, sangrado nasal, ritmo cardiaco irregular, alteraciones visuales y zumbidos en el oído. En casos muy graves se puede presentar fatiga, náuseas, vómitos, confusión, ansiedad, dolor en el pecho y temblores musculares.  

En México 1 de cada 4 mexicanos padece hipertensión arterial teniendo una prevalencia de 24.9% en hombres y 26.1% en mujeres lo que corresponde al 25.5% de la población, de los cuales el 40% no sabe que padece esta enfermedad, mientras que el 60% conoce su diagnóstico, sin embargo, solo la mitad lleva un control.

El exceso del consumo de sal ha sido ampliamente relacionado con el desarrollo de esta enfermedad, sin embargo, no es el único factor predisponente para la aparición de la presión alta. Dentro de los factores de riesgo para la hipertensión se encuentran: llevar una mala alimentación, es decir, un alto consumo de alimentos con grasas saturadas, baja o nula actividad física, consumo de alcohol y tabaco, sobrepeso y obesidad. También intervienen factores genéticos, edad, diabetes o nefropatías.

En un estudio se encontró que las personas que padecían de obesidad tenían un mayor riesgo de desarrollar hipertensión. Se cree que la relación entre la obesidad y la aparición de hipertensión es debido a la resistencia a la insulina la cual provoca una mayor reabsorción de sodio y agua a nivel renal lo que condiciona un aumento en la presión arterial.

Las dislipidemias (concentraciones anormales de grasas en la sangre como colesterol y triglicéridos) también juegan un papel importante en el desarrollo de hipertensión. Estas se presentan debido a un consumo excesivo de azúcares, grasas, alcohol, factores hereditarios, diabetes, hipotiroidismo, sobrepeso y obesidad. Aquellas personas que padecen de sobrepeso y obesidad presentan cuatro veces mayor riesgo de padecer dislipidemias y por consecuencia una mayor probabilidad de desarrollar hipertensión.

La hipertensión es un problema de salud que se caracteriza por un aumento anormal en la presión arterial. Ésta normalmente es asintomática por lo que se le conoce como una enfermedad silenciosa. Suele desarrollarse por diversos factores como exceso de consumo de grasas saturadas, sodio, alcohol, tabaco, sobrepeso, obesidad, entre otros. Llevar una alimentación sana puede contribuir a disminuir el riesgo de presentar esta enfermedad.

Equipo de investigación y editorial iNat México.  

Referencias

Hipertensión. (2019, 13 septiembre). Organización Mundial de Salud. 

Piña-Pozas, M., Araujo-Pulido, G., & Castillo-Castillo. (2020, julio). Hipertensión arterial un problema de salud pública en México. Instituto Nacional de Salud Pública. 

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Alvirde-García, U. (2016). Dislipidemias e hipertensión arterial. GACETA MÉDICA DE MÉXICO, 152(1), 56-62. 



 

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