El proceso de masticación se refiere a una serie de acciones relacionadas con la comida, en la cual se corta, tritura, desgarra y amasa los alimentos, marcando así el inicio del proceso de digestión. También se puede decir que es el proceso mediante el cual se degradan los alimentos. En este proceso participan los dientes, labios, lengua y glándulas salivales. Masticar bien resulta importante ya que de esta forma se facilita el proceso de digestión.

Cuando no se realiza una correcta masticación de los alimentos, puede ocasionar diversas afectaciones a la salud de cada persona. Esto se ve reflejado principalmente en la digestión de los alimentos generando malestares estomacales. Dentro de las alteraciones digestivas que se provocan por una masticación deficiente se encuentra:

  1.   Cuando se encuentran trozos grandes de alimentos, las enzimas que se encuentran en el tracto gastrointestinal, no son capaces de realizar de manera correcta la descomposición de estos para así obtener los nutrimentos necesarios para el organismo.
  2.   Una masticación incompleta disminuye el sabor de los alimentos. El sabor de los alimentos es uno de los factores que influye en la generación de saliva necesaria para formar el bolo alimenticio para ser digerido.
  3.   Las partículas grandes de alimentos, que no se degradaron de manera correcta permanecerán un mayor tiempo en el estómago. Esto podría ocasionar que se fermentan a nivel estomacal llevando a la aparición de gases y otras molestias digestivas como dolor e inflamación.

Así como una buena masticación de los alimentos es indispensable para una digestión saludable, el grado de masticación también importante ya que de él depende que las glándulas salivales generen la cantidad de saliva necesaria para la formación del bolo alimenticio.

Existen estudios que han demostrado que masticar entre 30 a 50 veces los alimentos por cada bocado es benéfico para la salud. Un estudio realizado en la Universidad de Iowa ha sugerido que masticar 40 veces los alimentos reduce la cantidad de comida que se ingiere, así como reduce la sensación de hambre y aumenta la saciedad. Además, comer despacio favorece la producción de hormonas relacionadas con la digestión, hambre y saciedad, también se beneficia la absorción de nutrientes.

Por lo tanto, masticar bien los alimentos y comer de manera lenta ayuda a mejorar la digestión y aprovechamiento de los nutrimentos necesarios para el funcionamiento del organismo.

Equipo de investigación y editorial iNat México.

Referencias: 

Júnior, et al. (2008). El sistema masticatorio y las alteraciones funcionales consecuentes a la pérdida dentaria. Acta Odontológica Venezolana, 46(3), 375-380.

Ibáñez et al. (2007). Relación de la función masticatoria con los trastornos digestivos. Revista Cubana de Estomatología, 44(4).

 

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