Los nitratos son compuestos que se encuentran en el medio ambiente como en suelos, alimentos y agua. En los últimos años, se ha planteado que el consumo de nitratos puede ayudar a mejorar diversas enfermedades metabólicas, por medio de su derivado el óxido nítrico, esto es contrario al hecho que se creía que el consumo de nitratos resultaba tóxico.
Los nitratos entran al organismo a través de la dieta, siendo las verduras la principal fuente y representan entre el 60% y 70% de la ingesta de nitratos al día. Entre los vegetales que aportan nitratos encontramos acelgas, betabel, perejil, nabo, brócoli, ajo, sandía, entre otros. Se recomienda una ingesta de al menos 1 mmol de nitrato al día con la finalidad de obtener sus efectos benéficos sobre la salud.
El óxido nítrico tiene un papel importante en diversos procesos a nivel fisiológico entre ellos ayuda a la salud cardiovascular, respuesta inmune, metabolismo óseo, actúa como neurotransmisor y el cáncer.
Hay estudios en los que se ha encontrado que los nitratos ayudan a reducir la presión arterial. También se ha encontrado que el jugo de betabel, rico en óxido nítrico, tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. En personas con insuficiencia cardiaca, el consumo de nitratos por medio del jugo de betabel mejoró la respuesta al ejercicio. El óxido nítrico, a nivel cardiaco, tiene potencial cardioprotector contra infarto al miocardio e insuficiencia cardiaca. Asimismo, se ha comprobado que el óxido nítrico evita la formación de trombos.
Además, se encontró que, en personas de la tercera edad, el consumo de nitratos a través de la dieta mejoró el flujo sanguíneo cerebral, lo que influye en los procesos cognitivos.
El óxido nítrico significa un potencial agente terapéutico debido a su capacidad de regular la inflamación y combatir infecciones bacterianas, por ello se ha propuesto como tratamiento para cicatrización heridas, lo que podría ser una opción para pacientes con diabetes.
Se ha encontrado que el óxido nítrico también resulta beneficioso en la práctica deportiva puesto que ayuda a incrementar el flujo sanguíneo, ayuda al intercambio de gases (oxígeno-dióxido de carbono) y a la contracción muscular. Asimismo, mejora la resistencia cardiorrespiratoria.
Equipo de investigación y editorial iNat México.
Referencias
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