Meditación en tiempos de crisis

¿Cómo sobrellevar los tiempos difíciles?

¿Para qué sirve la meditación?

¿Qué es la meditación?

Cuando el ser humano se ve en situaciones donde “toca fondo” o está cerca de hacerlo, es cuando más dispuesto está para hacer un giro y ver hacia adentro; y el ver hacia adentro es un elemento clave para poder lograr lo que realmente es la meditación. 

La mayoría de nosotros, cuando nos encontramos en una estabilidad considerable -en temas laborales, familiares, de relaciones interpersonales, en los proyectos, etc., es decir, que caemos en una “zona de relativo confort” o en una rutina- solemos perder de vista nuestro interior, ya que las actividades cotidianas (que son muchísimas) nos mantienen ocupados y distraídos la gran mayoría del tiempo y, cuando nos desocupamos de todos los temas laborales, de amistad y familiares, nos damos un pequeño tiempo para nosotros, pero no para relajarnos o de introspección, sino para hacer las compras de la semana, para surtir la comida en tu despensa, lavar tu ropa, probablemente hacer labores domésticas y, a veces, nos damos uno que otro gusto, pero… ¿nos detenemos en algún momento a hacer introspección?

En palabras del maestro Jiddu Krishnamurti:
La meditación es una de las cosas más extraordinarias: si no sabes lo que es, es como si trajeras los ojos tapados en un mundo de colores vivos, sombras y luz en movimiento, y para saber bien qué es la meditación, es preciso saber primero qué no es. No es algo intelectual o racional, pero cuando tu “yo” más puro penetra en la mente, esta adquiere una cualidad diferente; es como lo ilimitado no solo en su capacidad de pensar y actuar con eficacia, sino en el sentido de vivir como en un espacio inmenso en el que tú estás presente en todo y eres increíblemente dichoso, ¡todo el tiempo! 

Entonces, si no hay meditación, no es posible ir más allá de los límites del pensamiento, de la mente y el raciocinio. Y para investigar este asunto de la meditación, desde el principio mismo tenemos que echar los cimientos de la virtud. No la virtud impuesta por la sociedad y sus religiones, una moralidad originada en el temor, la codicia, la ambición, la envidia, la competencia contra otros, basada en ciertos premios y castigos. Nos referimos a la virtud que se genera de modo natural, fácil y espontáneo, sin conflicto ni resistencia de ninguna clase cuando hay conocimiento propio. Sin conocimiento propio, hagan lo que hicieren, no es posible el estado de meditación. Por “conocimiento propio” entiéndase por conocer cada pensamiento, cada estado de ánimo, cada sentimiento, conocer la actividad de nuestra mente… desde dónde viene y por qué llega a donde se va; no se trata de “alcanzar el yo supremo”, el “gran yo”; no existe tal cosa, el “yo superior”, el Atman, sigue estando dentro del campo del pensamiento y el raciocinio; el caso aquí es salirte de todo juicio y pensamiento pre-programado, y entonces adentrarse de manera natural en tu “yo” más puro y natural, en lo que realmente eres, y te reconoces como divino. El adentrarse en este mundo del auto-conocimiento, es como lanzarte al agua aún sin saber nadar. La belleza de la meditación es que nunca sabes dónde estás, a dónde vas, y cómo acaba todo esto, pero indudablemente siempre es hermoso lo que encuentras: a ti mismo(a). 

Entonces, ¿cómo meditar si soy principiante?

Puedes elegir un guía para este tema e iniciar con meditaciones dirigidas por alguien más, en realidad existen muchas muy buenas y gratuitas, por ejemplo, las de Susan Majul (la encuentras en Youtube). En sí, la meditación no es lo que la persona te dice ni durante el tiempo que la escuchas con ojos cerrados y respiración profunda, sino que todo esto es la simple preparación de lo que SÍ es la meditación, es el camino para alcanzar el estado meditativo, que es lo que sucede exactamente después de que la guía termina de hablar, así que lo mejor es darte unos minutos para disfrutarlo, antes de que rompas con la armonía. No abras los ojos justo cuando tu guía termina, ¡es ahí donde tu yo más puro abre los ojos y se asoma en tu encuentro! 

Lo creas o no, la meditación te va a llevar a un potencial que no sabías que tenías: fluirás increíblemente en situaciones donde antes simplemente no concebías cómo sobrellevar, sentirás paz y armonía inmensas, lograrás comprender el porqué de todo mucho más rápido, serás empática(o) y tu sensación de plenitud y gratitud ante casi cualquier circunstancia, se dará naturalmente, soltarás y confiarás. 

¿No es algo maravilloso?… ¿Crisis? ¿Cuál? 

Un abrazo… 

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