Nutrición funcional para ti y tu familia

El concepto de alimentarnos correctamente es bastante ambiguo, porque, podemos creer que alimentarnos bien y adecuadamente es lo mismo y que esto incluye consumir cualquier tipo de alimentos en un cierto equilibrio calórico; es decir: llevar una dieta con conteo calórico que importe más el no rebasar ese límite que el propio alimento en sí. Pero la alimentación funcional va más allá que sólo comer “bien”; no se refiere a cumplir con un total de calorías en un alimento. Por ejemplo, si yo tengo un margen de 1500 calorías, ¿con qué alimentos voy a llenar ese margen? porque pizza, hamburguesas y refresco pueden cumplir esas 1500 calorías, pero no hay calidad. Y esa es justamente la diferencia entre alimentarse bien y tener una alimentación funcional.  

La alimentación funcional es, entonces, aquella alimentación que se presenta con las reglas básicas de una “alimentación correcta”: equilibrada, variada, adaptada, inocua y suficiente; pero el término funcional se refiere a que, además de eso, esta debe de ser una dieta que cumpla con un propósito: nutrir óptimamente nuestro organismo. No solo comer por comer.  

En ese sentido, la nutrición funcional ocupa de los alimentos funcionales: aquellos que estén creados (naturalmente) para cumplir con un propósito benéfico dentro de la salud, ya sea como prevención o como terapia (nutracéuticos).

La nutrición óptima y funcional es, entonces, aquella que está encaminada a modificar aspectos genéticos o fisiológicos como medida de prevención y tratamiento de enfermedades; va más allá de sólo cubrir con nuestros requerimientos nutricionales básicos (Silveira et al. 2003).  

Sabemos que, en la actualidad, una de las más grandes preocupaciones personales y a nivel gobierno, es la salud. No tenemos nada si no tenemos salud, lo mismo pasa con nuestra familia: no hay nada más preciado para nosotros y los nuestros que tener un estado óptimo de bienestar; y en este sentido, la alimentación ocupa un papel importante. Si bien ya hemos dicho que muchas de las enfermedades crónicas convergen en un factor de la alimentación, también es esta la que nos puede ayudar a estar bien.  

Pero ¿cómo hacerlo? ¿cómo sé si me estoy alimentando óptimamente? ¿cómo sé si mi familia se alimenta de manera óptima? No es fácil determinarlo cuando en internet encontramos muchas cosas: qué comer, qué eliminar, qué comprar… pero nadie nos dice cómo, cuánto, dónde, para qué… y justo para eso creamos un diplomado en ADN (Academia de Nutrición).  

Nuestro Diplomado en Nutrición Funcional está enfocado en transformar tus hábitos y de tu cocina; te vamos a enseñar a observar las partes más básicas de tu cuerpo y a partir de ahí  reconstruiremos la percepción que tienes acerca de la alimentación, es decir, mezclamos lo delicioso y creativo de la gastronomía con los aspectos fundamentales de una nutrición óptima y funcional.

Conoce cuáles son los alimentos funcionales que puedes implementar en tu cocina, en qué cantidades y cómo los debes de combinar para poder potenciar sus nutrientes en tu organismo.  Este diplomado es en línea y se desarrolla desde nuestra plataforma (Software ADN) el cual puedes utilizar en cualquier dispositivo, escritorio o móvil, inclusive en la red pública celular de banda ancha de tu preferencia.

¡No te quedes fuera! 

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Referencias: 

  • Silveira, M. Monereo, S. & Molina B. (2003) Alimentos funcionales y nutrición óptima. ¿Cerca o lejos? Revista española de salud pública 77(3) Madrid.  
  • Araya, H. Lutz, M. (2003) Alimentos funcionales y saludables. Revista chilena de nutrición 30(1) Chile. 
  • Valenzuela, A. Valenzuela, R. Sanhueza, J. & Morales, G. (2014) Alimentos funcionales, nutraceúticos y foshu: ¿vamos hacia un nuevo concepto de alimentación? Revista chilena de nutrición 41(2). Chile.  

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