¿Qué sucede con los pesticidas en la vida de los insectos polinizadores como las abejas y cómo podemos ayudar poco a poco a prevenirlo? 

La polinización puede ocurrir por acción del viento, la gravedad y los animales. No obstante, en la mayoría de los casos ocurre debido a los animales (80%), dentro de los cuales se encuentran: los pájaros, murciélagos e insectos principalmente (Klatt et al., 2013). Entre los insectos que más contribuyen al aumento de la rentabilidad de los cultivos agrícolas, se destacan las abejas nativas, abejas de la miel (Apis mellifera), los abejorros, megachílidos, entre otros. Un estudio en fresas, indica que el valor agregado de la polinización mediada por abejas se estima en 0,32 billones de dólares. Además, en términos productivos, los frutos fueron más abundantes y mejores en términos de calidad, peso, dulzura y forma (Klatt et al., 2014). 

Diferentes estudios económicos realizados en Estados Unidos, desde el año de 1976, estimaron que entre el 15 al 30% de los alimentos cultivados resultaban directa e indirectamente de la polinización de las especies nativas. Posteriormente, en el año de 1989, se calculó económicamente el servicio de polinización por abejas en 8,3 billones de dólares anuales, en 1992, se estimó una ganancia de 5,2 billones de dólares y en el año 2000 se estimó la polinización abejas en un valor de 14,6 billones de dólares. 

Los pesticidas se clasifican, de acuerdo con el compuesto activo, en organofosforados, piretrinas, carbamatos (que son inhibidores de la enzima acetilcolinesterasa) y los piretroides sintéticos y organoclorados, que bloquean los canales iónicos neuronales de todos estos animales (Rocha y García, 2008). La utilización de dichos productos impacta a multitud de diferentes especies de insectos, incluyendo las abejas, cuyos procesos de desintoxicación no son efectivos para tolerar la exposición a dichos agroquímicos (Mao et al., 2017). Los pesticidas afectan la actividad celular normal a lo largo del ciclo de vida de la abeja en funciones celulares como la síntesis, el transporte, producción de energía y la acción o la eliminación de hormonas o enzimas (Mao et al., 2017). Como consecuencia, la hipersensibilidad de las abejas a pesticidas podría aumentar la letalidad en la etapa larval, debido a la exposición prolongada. Así, la intoxicación en larvas de abejas por los pesticidas clorpirifós, imidacloprid, miclobutanil, simazina, glifosato y fluvalinato se ha relacionado con una alta tasa de mortalidad (Gomes, 2017). 

A nivel sistémico, numerosos estudios han documentado el efecto en procesos de funcionalidad del sistema nervioso, respuesta inmune y del ciclo reproductivo. Por otro lado, la utilización de piretroides como el esfenvalerato, lambda cihalotrin, permetrina y fluvalinato están relacionados con la pérdida de movimiento y coordinación de las abejas, ocasionando parálisis y convulsiones. Los pesticidas contaminantes en los recursos florales afectan los procesos de aprendizaje fundamentales para la orientación y reconocimiento del entorno.Ello ocurre debido a que los pesticidas alcanzan las principales vías neuronales de las abejas e interrumpen procesos de aprendizaje, la memoria, la navegación y ciertas funciones cognitivas (Klein, 2017). La exposición a pesticidas también puede interferir en otras interacciones de abejas, tal como se ha demostrado mediante el uso de altas dosis de permetrina y imidacloprid, que disminuye entre un 10,5 y 4,5 veces la danza de la abeja respectivamente. 

Las estrategias que podrían contribuir a solucionar el problema incluyen: primero, concienciar a los consumidores y productores respecto al riesgo de usar pesticidas; si deja de haber demanda, deja de haber producción y esto empieza desde el consumidor; es decir, si el consumidor expresamente no compra productos contaminados con pesticidas (por ese mismo motivo), el productor buscará reducir su uso o buscar alternativas y al este buscar alternativas, el fabricante de pesticidas también se verá obligado a buscar opciones más naturales o biológicos. Segundo, mayor investigación acerca del manejo integral de cosechas enfocado en el manejo de pestes; tercero, racionalizar el uso de pesticidas a través de regulaciones económicas e incentivos; cuarto, certificación para los consumidores en prácticas para asegurar y recompensar a los productores orgánicos; quinto, la estimación del impacto ambiental por pesticidas y, por último, el uso sostenible de biopesticidas que no afecten a las especies polinizadoras (Ondarza-Benéitez, 2017). 

El uso desmedido de pesticidas afecta drásticamente la productividad de las cosechas debido al daño colateral en las abejas (uno de sus principales polinizadores).  

Además, a nivel ecológico el daño se puede extender al debilitamiento de las colmenas, reducción de las áreas de forrajeo y deterioro del hábitat. Los diferentes estudios recopilados en este artículo evidencian los efectos letales y subletales de los pesticidas usados en la producción agrícola, muchos de los cuales presentan una alta residualidad, bioacumulación y efecto adverso para otras especies. La situación es aún más preocupante debido a la falta de restricciones y una normatividad que permitan controlar el uso de pesticidas, sumado a una escasa información acerca de los servicios ecosistémicos por polinización. Empecemos por nosotros poner nuestro granito de arena. 

Equipo de investigación y editorial iNat México. 

Referencias:

Martín, N. & Arenas, N. (2018) Daño colateral en abejas por la exposición a pesticidas de uso agrícola. Entramado 14(1)

 

Comments are closed.