Planear una rutina diaria es importante porque ayuda a administrar mejor el tiempo. La planificación debe contemplar las necesidades básicas de cada persona como el tiempo que se dedica a trabajar, a la familia, momentos de ocio, periodo destinado a realizar actividad física y a llevar una alimentación sana.

Incluir la actividad física y una alimentación sana en las actividades del día a día hará que poco a poco se convierta en un hábito continuo. Para evitar que la práctica de actividad física se convierta en algo tedioso se pueden elegir actividades que sean del agrado de cada persona, desde la práctica de un deporte, bailar, ir al gimnasio, correr, entre otras.

El sedentarismo es una actividad que durante los últimos años ha sido difícil de combatir, debido a los hábitos de cada persona o bien a su ritmo de vida. Sin embargo, para realizar actividad física no es necesario acudir a un gimnasio, pues en casa se puede realizar con los recursos que se tengan a la mano o bien, hoy en día, en internet existen rutinas fáciles y sencillas que se pueden llevar a cabo.

Llevar una vida activa puede ayudar a disminuir el riesgo de presentar sobrepeso y obesidad, diabetes mellitus, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, cáncer de colon, fortalece los huesos y los músculos, mejora la capacidad para realizar esfuerzo y ayuda a mejorar el estado de ánimo.

Otra de las actividades importantes que se deberían incluir en la rutina del día a día es tener una alimentación sana. La gran demanda y facilidad de la comida rápida y chatarra ha desplazado en gran medida el consumo de alimentos sanos. Si bien, muchas de las veces resulta complicado llevar una buena alimentación, no es imposible.

Incluir la alimentación sana en la rutina brinda múltiples beneficios a la salud, como ya es bien conocido. Entre los beneficios que trae llevar una buen alimentación encontramos: tener una piel, dientes y ojos saludables, ayuda al correcto funcionamiento del sistema inmune, fortalece los huesos, mejora la salud muscular, disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus tipo II e incluso algunos tipos de cáncer, asimismo, influye en el funcionamiento del aparato digestivo y a mantener un peso saludable. Durante el embarazo, una alimentación saludable aporta los nutrientes necesarios para la madre y para el correcto crecimiento del bebé.

Además, si se incluyen una alimentación sana y actividad física a la rutina los niveles de estrés disminuyen. Esto es debido a que algunos alimentos tienen la capacidad de moderar la producción de hormonas que inducen el estrés. Por su lado, la actividad física incrementa la generación de endorfinas, unos neurotransmisores responsables de hacernos sentir bien. Asimismo, disminuye los efectos del estrés como el continuo estado de alerta.

Es importante incluir una alimentación sana y la actividad física en las actividades del día a día, pues brinda beneficios a la salud. Aunque al inicio puede ser difícil, pero la práctica constante ayuda a que se convierta en un hábito. Con ello se comienza un cambio de hábitos y una mejora en la calidad de vida de cada persona. 

Equipo de investigación y editorial iNat México.

Referencias: 

Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. (s. f.). Actividad Física y Salud. Guía para padres y madres. Gobierno de España. Recuperado el 5 de enero de 2022.

Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades. (2021, 22 mayo). Beneficios de comer saludable. Centers for Disease Control and Prevention. Recuperado 2022. 

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