Los antioxidantes son aquellas sustancias que se encuentran en los alimentos y que ayudan en la prevención y protección a nivel celular, de los efectos adversos ocasionados (oxidación) por las especies reactivas sobre diversas funciones fisiológicas normales del organismo (radicales libres). 

Estas sustancias tienen la capacidad de disminuir los radicales libres del organismo. Existen diversas enfermedades que se han vinculado con un desbalance en el sistema antioxidante como lo son enfermedades cardiovasculares, respiratorias, gástricas, neurológicas, endocrinas e incluso el cáncer. Una dieta rica en antioxidantes puede prevenir o disminuir el deterioro celular y funcional del organismo.

Entre los principales antioxidantes que se pueden encontrar en los alimentos encontramos la vitamina C, E, carotenoides (vitamina A), minerales como el selenio, compuestos fenólicos, ácidos fenólicos (ácido benzoico y hidroxibenzoico), flavonoides o flavonoles, glutatión, entre otros. Diversos estudios indican que una alimentación rica en verduras, frutas, granos enteros, legumbres y ácidos grasos omega 3 podría ayudar a prevenir el desarrollo de enfermedades.

El selenio es un mineral que actúa como antioxidante y lo podemos encontrar en alimentos como chícharos, lentejas, cereales y lácteos. Este mineral, se ha relacionado con la prevención de cáncer de colon, recto, próstata, mama, piel e hígado. La vitamina A ha mostrado ayudar a disminuir el riesgo de cáncer de pulmón. Por su parte, la vitamina C ayuda a eliminar los radicales libres y a mejorar la capacidad de la vitamina E. También funciona como un agente anticancerígeno. La vitamina E posee la capacidad de disminuir el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y previene la progresión del daño hepático.

Los alimentos representan una buena fuente de antioxidantes. Entre ellos encontramos el aguacate, aceite de oliva, arroz integral y frutos secos que son fuentes de vitamina E. La vitamina C la podemos encontrar en las acelgas, tomates, cítricos, kiwi, fresa y guayaba. Alimentos como la zanahoria, espinacas, mango y melón contienen betacarotenos. Por su parte, el té verde, vino, manzana o peras aportan flavonoides. Otros alimentos que también son ricos en antioxidantes como ajo, cebolla, ginseng, ginko, avena, bayas de saúco, frutos rojos, hierbabuena, menta, albahaca, jamaica, chaya (originaria de Yucatán), calabaza, betabel y verdolagas.

Los antioxidantes son sustancias que se encuentran en los alimentos y que ayudan a prevenir los efectos generados por los radicales libres. Antioxidantes, presentes en los alimentos, pueden ayudar a prevenir el envejecimiento, enfermedades cardiovasculares, Alzheimer, Parkinson, cáncer, entre otros. La alimentación juega un papel primordial en la obtención de antioxidantes pues se encuentra en alimentos como verduras, frutas, legumbres y omega 3. Un adecuado aporte de antioxidantes mediante la dieta ayudaría a contrarrestar los efectos de los radicales libres y por consiguiente evitar el desarrollo de enfermedades.

Equipo de investigación y editorial iNat México.

Referencias

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Galina Hidalgo, M. A., Ortiz Rubio, M., & Guerrero Cruz, M. (2018). Estrés oxidativo y antioxidantes. Avances en Investigación Agropecuaria, 22(1), 47-62.

Sánchez-Valle, V., & Méndez-Sánchez, N. (2013). Estrés oxidativo, antioxidantes y enfermedad. Revista de Investigación Médica Sur México, 20(3), 161-168.

Vilaplana, M. (2007). Antioxidantes presentes en los alimentos. Vitaminas, minerales y suplementos. Offarm, 26(10), 79-86.

 

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