Razones para cuidar tu alimentación antes y durante el embarazo

La etapa del embarazo es una de las etapas más críticas, a nivel fisiológico, de la mujer; debido a que se presentan diversos cambios dentro del organismo. Durante esta etapa la alimentación es una parte fundamental para que tanto el bebé como la madre obtengan los nutrientes necesarios. Estos nutrientes sirven para el correcto crecimiento del bebé y asegurar la nutrición de la mamá, así como para mantener las reservas de nutrientes y utilizarlos en las etapas posteriores. Durante el embarazo la demanda de energía, proteína, hierro, calcio, ácido fólico, vitamina B12 se elevan.

En esta etapa, se cree que se debe comer por dos, cuando la realidad no es así. Iniciar un embarazo con un exceso de peso corporal o bien incrementar a un peso no saludable durante el embarazo puede relacionarse con algunos problemas. Un exceso de peso puede relacionarse con complicaciones durante el parto. Esto se puede prevenir llevando una dieta equilibrada y vigilada por un profesional.

Durante el tercer trimestre de embarazo se produce un incremento en los niveles de insulina y triglicéridos, lo cual, en mujeres que ya presentaban diabetes, puede ser grave, ya que es un factor para mortalidad materna y fetal. El hijo de una paciente con diabetes tiene un mayor riesgo de nacer con altos niveles de insulina y un peso superior al normal. Por ello, es importante tener un control adecuado de la dieta, y en caso de tener diabetes, un control médico.

La suplementación de vitaminas y minerales es fundamental durante el embarazo. El hierro es uno de los minerales más importantes antes y durante la gestación. Mantener los niveles de hierro adecuados ayudan a prevenir la aparición de anemia durante esta etapa, la cual, en caso de desarrollarse con niveles normales al inicio de la gestación, puede ser leve. Sin embargo, si se inicia un embarazo con déficit de hierro existe un mayor riesgo de presentar anemia severa. La anemia suele presentarse durante el tercer trimestre de embarazo.

La ingesta óptima de ácido fólico ayuda a la formación de glóbulos rojos, crecimiento y desarrollo del bebé, así como a la formación y desarrollo del sistema nervioso y del cerebro. Una deficiencia de este, antes y durante el embarazo, se ha relacionado con anemia gestacional, problemas de crecimiento y desarrollo del bebé, enfermedades del sistema nervioso como espina bífida o anencefalia.

El consumo de alcohol durante el embarazo puede ocasionar una baja absorción de nutrientes en la madre, mientras que en el bebé genera toxicidad. Una ingesta de alcohol conlleva la aparición del síndrome alcohólico fetal que se caracteriza por la presencia de malformaciones y discapacidad intelectual.

Es recomendable evitar los periodos de ayuno, tener precaución con la administración de fármacos y suplementos, cuidar la ingesta de sustancias no nutritivas que pueden interferir con la absorción de nutrientes, evitar consumo de alcohol, tabaco o drogas.

Equipo de investigación y editorial iNat México.

Referencias

Gómez-Álvarez Salinas, P. (2004). Nutrición y embarazo. Farmacia Profesional, 18(6), 46–51.

Ganén Prats, I., Aguilar Peláez, M., Martínez Núñez, E., Cabrera Núñez, E., & Rosales Sánchez, M. (2007). Nutrición durante el embarazo. Revista de Información Científica, 55(3), 1–9. 

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