Relación entre intolerancias alimentarias y las enzimas

La mayoría de la población, en algún momento ha mostrado alguna reacción adversa a los alimentos. Las reacciones adversas se pueden definir como cualquier reacción desfavorable posterior a la ingesta, contacto o inhalación de algún alimento o uno de sus componentes. Entre este tipo de reacciones se encuentran las alergias o intolerancias alimentarias. Durante la alergia alimentaria el sistema inmune se ve implicado mientras que en la intolerancia alimentaria no.   

Una intolerancia alimentaria puede manifestarse a través de síntomas y signos parecidos a los de la alergia alimentaria. Sin embargo, se diferencian en que la aparición de algún síntoma y su intensidad depende de la cantidad ingerida del alimento. Es decir, una persona con intolerancia a la lactosa puede no presentar síntomas tras la ingesta de 50 g de queso curado (escasa cantidad de lactosa) pero presentar flatulencias y dolor abdominal con la ingesta de 200 ml de leche. 

La intolerancia alimentaria se presenta debido a la dificultad que tiene el organismo de metabolizar algunas sustancias presentes en los alimentos, debido a la deficiencia de ciertas enzimas. Las enzimas son un tipo de proteína que cumplen múltiples funciones a nivel celular como degradación de azúcares, producción de grasas y aminoácidos (unidad básica de las proteínas), destrucción de productos tóxicos, entre otros. Entre las intolerancias más comunes se encuentra la intolerancia a la lactosa.

La intolerancia a la lactosa se caracteriza por la presencia de dolor abdominal, náuseas, flatulencias y en ocasiones diarrea. Esta se desencadena después de la ingestión de alimentos ricos en lactosa. La lactosa es un tipo de carbohidrato presente en la leche y derivados. La mala digestión de la lactosa se atribuye a un desequilibrio entre la cantidad de enzimas capaces de degradar la lactosa, denominada “lactasa” a nivel intestinal y la cantidad de lactosa consumida que llega al tracto digestivo.  Una deficiencia de lactasa se atribuye a su nula o mínima presencia en el intestino. Puede manifestarse en niños y suele representar la causa más común de una mala digestión e intolerancia a la lactosa. La deficiencia de lactasa se presenta en aproximadamente el 70% de la población adulta a nivel mundial. La lactasa en el intestino se desarrolla, generalmente, durante últimas etapas del embarazo, por lo que si un niño es prematuro no va a tener una cantidad adecuada de esta enzima; por lo tanto, entre más prematuro sea el niño, mayor es el riesgo de esta deficiencia, la cual puede desaparecer conforme se presenta la maduración del intestino del bebé.

La intolerancia alimentaria es una reacción adversa que se genera tras la ingestión de algún alimento. En una intolerancia alimentaria no existe una participación del sistema inmune, en comparación con las alergias alimentarias. La intolerancia se presenta principalmente debido a la falta de enzimas en el tracto gastrointestinal. Las enzimas son un tipo de proteínas localizadas en el intestino y que se encargan de romper los alimentos a un tamaño que les permita ser absorbidos. Estas alteraciones, pueden ser normalmente por causas genéticas o bien producidas por enfermedades gastrointestinales crónicas, ciertos tratamientos farmacológicos e incluso estrés. Puede generar molestias gástricas como: flatulencia, gases, hinchazón abdominal o diarrea, sin embargo, no significan un factor para presentar complicaciones mayores como anafilaxia o muerte.

Equipo de investigación y editorial iNat México.

Referencias

Zugasti Murillo, A. (2009). Intolerancia alimentaria. Endocrinología y Nutrición, 56(5), 241–250.

Ramírez Ramírez, J., & Ayala Aceves, M. (2014). Enzimas: ¿Qué son y cómo funcionan? Revista Digital Universitaria, 15(12), 1–13.

Ruiz Sánchez, Jorge Gabriel, Palma Milla, Samara, Pelegrina Cortés, Beatriz, López Plaza, Bricia, Bermejo López, Laura María, & Gómez Candela, Carmen. (2018). Una visión global de las reacciones adversas a alimentos: alergia e intolerancia alimentaria. Nutrición Hospitalaria, 35(spe4), 102-108.

Rosado, J. L. (2016). Intolerancia a la lactosa. Gaceta Médica de México, 152(Suppl. 1), 67–73. 

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