¿Ribosa? Descubre a esta poderosa fuente de energía

Ya sabemos que la principal fuente de energía para la célula son los carbohidratos que se convierten en glucosa por medio del metabolismo. Entre todos esos, está la ribosa, un azúcar natural que es producida por el mismo organismo a partir de otras sustancias, como la glucosa. Pero ¿sabías que este azúcar puede ser una poderosa fuente de energía para el organismo? 

La ribosa es producida por el mismo organismo a partir de otras sustancias como la glucosa y forma parte del ADN. Se pueden encontrar cantidades pequeñas en frutas y verduras maduras, así como en la levadura de cerveza. 

En la actualidad han surgido suplementos vía oral a base de ribosa y se ha utilizado en diversos padecimientos como síndrome de fatiga crónica, fibromialgia y disfunción miocárdica. También suele ser utilizada para mejorar el rendimiento deportivo y en la reducción de síntomas como calambres, dolor y rigidez después de la práctica deportiva. Además, se ha encontrado evidencia que la ribosa suplementada ayuda a recuperar los niveles de energía y en la reducción de las lesiones a nivel celular tanto en humanos como en animales.

Forma parte esencial de la principal molécula encargada de brindar energía para ejercitar los músculos, por lo que resulta de gran importancia cuando se realiza actividad física. Se ha demostrado que una suplementación de ribosa aumenta la producción de energía después del ejercicio intenso. También se probó su actividad en personas con enfermedad arterial coronaria grave en los cuales mejoró su tolerancia al ejercicio. Por ello se ha incrementado el interés como suplementos para aumentar el rendimiento muscular en la práctica deportiva.

La ribosa ha resultado prometedora en la recuperación de energía después de la actividad física. Ya que el aporte de ribosa a partir de la dieta es bajo, la suplementación con ribosa podría significar una opción para la reposición de energía durante y posterior al ejercicio de alta intensidad.  A pesar de su capacidad para ayudar en la recuperación de la energía, su función como ayudante en el rendimiento muscular ha dado resultados variados en las diferentes investigaciones.

La ribosa también ha sido utilizada como fuente de energía en algunas enfermedades como la insuficiencia cardiaca, en la cual existe una deficiencia de energía. Al disminuir la ribosa se genera la reducción de las moléculas que producen energía, por lo que se ha propuesto que la suplementación de ribosa podría aumentar la energía y con ellos disminuir la insuficiencia cardiaca. Por otro lado, en un estudio se encontró que la suplementación de ribosa en pacientes con enfermedad arterial coronaria grave durante 3 días mejoraron la tolerancia del miocardio a la isquemia (disminución del flujo sanguíneo) debido al aumento de energía que ayudó a mejorar la energía cardiaca.

La ribosa es un azúcar no esencial debido a que el cuerpo es capaz de producirlo. Este azúcar ayuda en la producción de energía ya que forma parte de la molécula encargada de brindar energía al organismo. En su forma de suplemento ha demostrado ayudar a mejorar el rendimiento durante la actividad física intensa, además, de ayudar a recuperar la energía después de la práctica de ejercicio. Asimismo, ha sido empleado como tratamiento en diferentes enfermedades como síndrome de fatiga crónica o enfermedades cardiacas. No obstante, es importante mencionar que no es necesaria la suplementación cuando se tiene una dieta adecuada y, de lo contrario, quizá no sea efectiva: es decir, para que un suplemento funcione es porque la alimentación hace que se absorba adecuadamente.  

Equipo de investigación y editorial iNat México. 

Referencias

Dhanoa, T. S., & Housner, J. A. (2007). Ribose: More than a simple sugar? Current Sports Medicine Reports, 6(4), 254-257.  

Seifert, J. G., Brumet, A., & St Cyr, J. A. (2017). The influence of D-ribose ingestion and fitness level on performance and recovery. Journal of the International Society of Sports Nutrition, 14, 47. 

Mahoney, D. E., Hiebert, J. B., Thimmesch, A., Pierce, J. T., Vacek, J. L., Clancy, R. L., Sauer, A. J., & Pierce, J. D. (2018). Understanding D-Ribose and Mitochondrial Function. Advances in bioscience and clinical medicine, 6(1), 1–5.



 

Comments are closed.