El apio es una planta que crece en toda Europa, regiones tropicales y subtropicales de África y Asia. Esta planta puede encontrarse durante todo el año, pues tiene dos épocas de siembra en invierno y primavera. Las partes que se utilizan de esta planta incluyen semillas, hojas y aceites esenciales. Se puede consumir crudo, cocido o en jugo.

Es un alimento de bajo contenido energético, después del pepino. Tiene un gran contenido de agua y sales minerales. Es una excelente fuente de potasio indispensable para el funcionamiento del sistema nervioso y muscular.

El apio proporciona hidratos de carbono, flavonoides (miricetina, quercetina, kaempeferol, luteolina y apigenina), alcaloides y esteroides. Cuenta con compuestos como limoneno, selineno, glucosidos de frocumarina, flavonoides y vitaminas A y C que lo convierten en una de las plantas medicinales más utilizadas en la medicina tradicional. La semilla cuenta con ftálidos, unas sustancias que benefician a la mucosa gástrica.

Tiene múltiples propiedades que ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares, ictericia, enfermedades hepáticas, obstrucciones urinarias, gota, trastornos reumáticos, ayuda a mejorar la fertilidad, aumenta la espermatogénesis, reduce los niveles de glucosa y lípidos en sangre, así como la presión arterial. Hay evidencias de que también posee propiedades antifúngicas y antiinflamatorias. Sus aceites esenciales poseen efectos antibacterianos. Ayuda a formar el esmalte de los dientes, mejora la memoria, tiene propiedades cicatrizantes.

Las semillas de apio se utilizan en el tratamiento de afecciones como bronquitis, astenopia, asma, enfermedades crónicas de la piel como psoriasis, vómitos, fiebre y tumores. Las semillas cocidas son útiles para tratar la hipertensión arterial, afección cardiaca congestiva, ansiedad e insomnio. La infusión de semillas de apio ayuda a combatir el síndrome premenstrual. Por su parte la raíz de esta plante tiene propiedades diuréticas y es utilizado en el tratamientos de cólicos.

Si se consume en forma de jugo es ideal para eliminar el exceso de ácido úrico, reumatismo, sobrepeso, flatulencias, padecimientos nerviosos y menstruación escasa. El jugo de apio, si se combina con zanahoria o tomate, puede ayudar a calmar los nervios y se convierte en un gran remineralizante.

Una ensalada de apio con poca sal puede ayudar a combatir la acidez del tracto gastrointestinal y aliviar la colitis. Si se combina el apio con aguacate, resulta una excelente opción para enfermedades relacionadas con el estómago e intestino.

Debido a que tiene propiedades emenagogas, es decir que estimula el flujo sanguíneo en la zona pélvica y en el útero que puede ayudar a fomentar la menstruación, se recomienda que se evite su uso durante el embarazo.

____

Equipo de investigación y editorial iNat México.

Referencias:

Referencias

Kooti, W., & Daraei, N. (2017). A Review of the Antioxidant Activity of Celery (Apium graveolens L). Journal of evidence-based complementary & alternative medicine, 22(4), 1029–1034.

Fundación Española de la Nutrición. (2015). Apio. En Verduras y Hortalizas (pp. 153-154).

 

Comments are closed.