Muchas veces se ha hablado de que la calidad en la alimentación influye muchísimo en cualquier aspecto de la salud. Sin embargo, durante mucho tiempo se refutó el hecho de que la alimentación también tenía que ver con el aspecto de la piel, especialmente en el acné.
Si bien, el papel que juega la buena alimentación en a salud es preponderante, durante mucho tiempo se cuestionó si la alimentación influía positiva o negativamente en la piel, muchos medios especializados en dermatología decían que no, que era cuestión genética.
El acné, es una enfermedad que afecta a poco más de 80% de la población, especialmente en la etapa de adolescencia; además, se ha observado un incremento del 40 y hasta el 54% en mayores de 25 años en ambos géneros (Arias, Chías & Adame, 2019).
Además, según Arias et al. (2019) en las sociedades no occidentalizadas se observó una tasa de prevalencia de acné menor debido a factores genéticos, ambientales y una dieta con un índice glucémico menor. Es decir, aquí el factor glucémico es un punto importante en el desarrollo y prevalencia de acné.
Hace unos días, salió un estudio referente a la alimentación y el acné en donde se establecía que sí, efectivamente, había una relación muy estrecha entre lo que comemos y la gravedad de los brotes en la piel. En dicho estudio, citado en Arias et al. (2019), se determinó que:
- Los carbohidratos, especialmente los refinados, generan un aumento significativo del azúcar en sangre que, a su vez, conlleva un aumento en hormonas que estimulan la producción de sebo en la piel, lo cual la vuelve susceptible al acné.
- Si ya se tienen predisposición a padecer acné, se recomienda restringir o evitar los alimentos altamente procesados, refinados y ricos en azúcares como por ejemplo: harinas blancas,papas fritas, pastelería, caramelos, refrescos, jugos y chocolates.
Todos los alimentos anteriormente mencionados, ayudan a provocar un problema de resistencia a la insulina, eso aunado con la predisposición genética, provocan una hiperglucemia en sangre que desencadenará los cambios hormonales causantes del acné.
En cambio, alimentos que pueden ayudarte a evitarlo o controlando son las frutas, verduras, cereales integrales, grasas insaturadas y por supuesto, probióticos y prebióticos.
Equipo de investigación y editorial iNat México.
Referencias:
- Arias, M. Chías, A. & Adame, G. (2019) La importancia de la dieta en el acné. Dermatología Revista mexicana 63(supl.1): S3-S17.
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