Edulcorantes y alteración en la microbiota

¿Qué son los edulcorantes? 

Los edulcorantes proporcionan las mismas cualidades y sensaciones que produce el azúcar en los alimentos; son sustitutos de sacarosa. Los edulcorantes utilizados en la industria alimentaria están divididos en 2 grandes grupos: edulcorantes naturales o nutritivos y edulcorantes artificiales o no nutritivos. 

Los edulcorantes más usados de forma industrial, son: sacarina sódica, ciclamato de sodio, aspartame, sucralosa, acesulfame potásico, stevia, neotame. 

Se ha demostrado que las modificaciones en las poblaciones bacterianas que compone la microbiota intestinal, pueden contribuir al proceso inflamatorio crónico de bajo grado que se viene observando en algunos pacientes obesos y que parece promover la ganancia de peso a expensas de la masa grasa, así como contribuir activamente al desarrollo de la comorbilidad, clásicamente asociado a la obesidad, como la resistencia a la insulina (Icaza, 2013).

El aspartamo libera una molécula de metanol, que se metaboliza en una molécula de formaldehido, sustancia altamente reactiva clasificada como carcinógeno. Sin embargo, las cantidades ingeridas de estas sustancias peligrosas, suelen están muy por debajo de los niveles de riesgo. Por lo tanto, no es raro que cantidades muy pequeñas de edulcorantes puedan modificar la microbiota, ya que estas actúan como la primera línea de defensa intestinal y están por lo tanto en contacto directo con el edulcorante y sus compuestos metabólicos. Durante la realización de una dieta hipocalórica para el control del peso con el uso de edulcorantes como el aspartamo, se puede alterar el funcionamiento óptimo de la microbiota intestinal (García et al. 2013).  

El consumo de los sabores dulces en la ausencia de calorías, produce efectos significativamente diferentes en comparación con el consumo de los sabores dulces asociados con las calorías; y con el tiempo estos efectos pueden contribuir a un balance energético positivo y el aumento de aumento de peso corporal, esto significa que sí, el consumo de edulcorantes favorece la ganancia de peso. 

Es bien sabido que los edulcorantes (sobre todo los de origen artificial) están asociados a la proliferación de radicales libres a nivel celular, lo que conlleva a que el organismo que los consume de forma frecuente quede expuesto a generar células cancerosas, además de producir desbalance en la microbiota intestinal; por otro lado, los polioles fermentan en el intestino produciendo inflamación, sobre todo en personas sensibles como aquellas que padecen colon irritable o colitis nerviosa. Algunos edulcorantes a pesar de que son carbohidratos, el organismo no puede metabolizarlos plenamente y, en consecuencia, tienden a poseer menos de 4 calorías por gramo y un índice glucémico muy bajo. La estructura química de estas sustancias determina una mayor potencia edulcorante en su interacción con los receptores del gusto y, por ende, una menor absorción por el tracto 

digestivo, por lo que tienen un contenido calórico útil menor que el del azúcar. El límite de cantidad consumida se relaciona con sus efectos secundarios gastrointestinales. 

Equipo de investigación y editorial iNat México.

 

Referencias: 

  • Icaza, M. (2013) Microbiota intestinal en la salud y la enfermedad. Revista de gastroenterología de México 78(4):240-248. 
  • García, J. Casado, G. & García-Alemán, J. (2013) Una visión global y actual de los edulcorantes. Aspectos de regulación. Nutrición Hospitalaria 28(spl 4)

 

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