La vitamina D es una sustancia liposoluble que se sintetiza en la piel después de haberse expuesto a la luz del sol, pero también se puede obtener a través de los alimentos. Esta vitamina es esencial para el mantenimiento de la mineralización de los huesos, ya que regula el calcio y mantiene el equilibrio de fósforo. También cumple funciones en el sistema inmune, endocrino y cardiovascular.

Esta vitamina cumple diferentes funciones en el organismo como: metabolismo de la insulina, regulación del metabolismo de minerales principalmente calcio, ayuda a mantener el equilibrio del crecimiento, diferenciación y apoptosis celular, regula el sistema inmune, cardiovascular y músculo-esquelético.

El calcio en suero en concentraciones adecuadas es importante para el funcionamiento normal del sistema nervioso, así como para el crecimiento óseo y mantenimiento de la densidad ósea. La vitamina D, se encarga de que el calcio sea utilizado correctamente por el cuerpo. Cuando existen bajos niveles de calcio en suero la vitamina D ocasiona el aumento de la absorción del calcio dietético en el intestino, aumenta la reabsorción de calcio filtrado por los riñones y moviliza el calcio que se encuentra en los huesos con la finalidad de mantener las concentraciones normales de calcio en suero. Esto incrementa el riesgo de osteoporosis.

Las células del cuerpo tienen la capacidad de dividirse de manera rápida a lo que se le conoce como proliferación celular. La proliferación es esencial para la cicatrización de heridas, sin embargo, cuando las células se dividen de manera descontrolada y estas tienen ciertas mutaciones pueden conducir al desarrollo de cáncer. La vitamina D ayuda a inhibir la proliferación y diferenciación celular (especialización de células para funciones específicas) para evitar la aparición de cáncer.

La diabetes mellitus tipo I, la esclerosis múltiple, la artritis reumatoide y el lupus eritematoso sistémico son algunos ejemplos de enfermedades autoinmunes. Estas ocurren cuando el cuerpo envía una respuesta inmune en contra de su propio tejido, en lugar de un patógeno externo. La vitamina D tiene la capacidad de modular las respuestas de células T del sistema inmune, haciendo que las respuestas autoinmunes disminuyan. Se ha encontrado que la prevalencia de enfermedades autoinmunes aumenta cuando la latitud también aumenta, lo que podría ser indicio de que una menor exposición a la luz solar puede ser un factor de riesgo para desarrollar estas enfermedades. Por lo tanto, mantener los niveles adecuados de vitamina D, a cualquier edad, podría disminuir el riesgo de enfermedades autoinmunes.

La deficiencia de vitamina D puede ocasionar raquitismo en los infantes que es un enfermedad que provoca un ablandamiento, debilidad, deformación en los huesos y que puede ocasionar dolor. En el caso de los adultos, un déficit de esta vitamina se relaciona con osteomalacia, la cual provoca dolor en los huesos y debilidad muscular.

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Equipo de investigación y editorial iNat México.

Referencias:

Referencias

de Oliveira, V. [Vanessa de O., Muller Lara, G. [Gustavo M. L., Dutra Lourenço, E. [Eloir D. L., Boff, B. D. [Bruna D. B. & Zirbes Stauder, G. [Gabriela Z. S. (2014). Influência da vitamina D na saúde humana Influencia de la vitamina D en la salud humana Influence of vitamin D in human health. Acta Bioquímica Clínica Latinoamericana, 48(3), 329-337.

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