La coenzima Q10 o ubiquinol-10 es un potente antioxidante producido de manera natural para el organismo; sin embargo, un estilo de vida sedentario y una alimentación procesada, afecta su producción, lo cual puede llevar al SFC.
Actualmente, esta coenzima es utilizada como tratamiento para diversos trastornos relacionados con el metabolismo y con lesiones vinculadas al estrés oxidativo como el envejecimiento. Se ha utilizado en enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson o encefalomiopatías. Ha mostrado ser un suplemento seguro ya que los efectos secundarios que genera son mínimos y su potencial de poder interactuar con fármacos es baja.
En un estudio se encontró que niveles disminuidos de Q10 tienen un papel importante en la aparición del SFC, lo cual podría generar síntomas como fatiga, alteraciones en sistema nervioso y neurocognitivos. Por lo tanto, se sugiere que una suplementación de Q10 representaría una mejora en los niveles de Q10 y con ello mejorar los síntomas del SFC, aunado a una alimentación correcta que ayude a la generación de esta coenzima.
Este nutriente forma parte importante para la producción de energía a nivel celular y posee una gran función antioxidante. En un estudio se analizó la suplementación con Q10 durante 12 semanas en personas que padecen SFC en los cuales se encontró que algunos de los síntomas mejoraron, pero, la fatiga no pareció tener algún cambio.
Debido a que Q10 tiene una participación importante en la producción de energía en dos estudios se comparó su contribución en la mejora de la fatiga en aquellas personas con SFC a los que se dividieron en dos grupos y se les administró NADH (producto derivado de la vitamina B3 – Niacina) solo y combinado con Q10 por 4 y 8 semanas, encontrando efectos beneficiosos en ambos grupos.
Una suplementación con Q10 resultó con una mejora de algunos síntomas del SFC relacionados con el sistema nervioso, así como con los despertares nocturnos y con el rendimiento cognitivo. Además, la sensación de fatiga también mostró una mejora probablemente debido al aumento de las concentraciones de Q10 en los pacientes con SFC. Asimismo, los síntomas de depresión se vieron disminuidos con la mejora de las concentraciones totales ubiquinol-10 después de la suplementación.
Si bien la coenzima Q10 o ubiquinol-10 ha mostrado ser un potencial tratamiento para el síndrome de fatiga crónica, esto debido a su potencial de ayudar en la producción de energía y a su vez de estimular el sistema nervioso por lo que genera la mejora de los síntomas característicos de este síndrome como fatiga o alteraciones cognitivas; es importante que se comprenda que la alimentación sigue fungiendo como principal potenciador de dicha coenzima.
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Equipo de investigación y editorial iNat México.
Referencias
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