La lactancia materna y la microbiota

Sabemos que la microbiota es el conjunto de bacterias que se encuentran en el organismo y no causan alguna enfermedad, pero, ¿sabías que la formación de esta comienza desde el embarazo y el parto; además, evoluciona gracias a la alimentación a lo largo de la infancia. La variación en la composición de la microbiota depende del tipo de parto, cesárea o natural, uso de antibióticos y alimentación con fórmulas lácteas o leche materna.

Después del nacimiento, mientras los recién nacidos comienzan a consumir leche materna, los cambios en el ambiente local -a nivel intestinal- continúan, alterando la composición y diversidad de las bacterias que habitan en el intestino del bebé. La leche humana contiene su propia microbiota formada por bacterias, prebióticos, simbióticos y factores antimicrobianos; gracias a su influencia, la microbiota del recién nacido se empieza a colonizar de bacterias. Se cree que la microbiota sufre cambios desde el nacimiento hasta los 3 años, cuando toma características de una microbiota adulta.

La microbiota es considerada como un órgano imprescindible para la vida y que influye en la salud y la enfermedad, para lo cual cumple múltiples funciones en el organismo: participa en el desarrollo del sistema inmune, así como a su correcto funcionamiento, previene la colonización de otros microorganismos que resultan dañinos para la salud, ayuda en la digestión de los alimentos, absorción de minerales como calcio, hierro y magnesio, previene enfermedades como colitis, además, coadyuva con la formación de vitaminas dentro del organismo a partir de otros nutrientes. También se le ha relacionado con la prevención de enfermedades relacionadas con el sistema nervioso como autismo, ansiedad, depresión y la dependencia al alcohol.

Las alteraciones de la microbiota se asocian con mayor riesgo de enfermedades como diabetes, enfermedad inflamatoria intestinal, enfermedad de Crohn, enfermedad celíaca, enfermedades respiratorias, alergias, obesidad, enfermedades cardiacas, síndrome metabólico, algunos tipos de cáncer, entre otras.

Entonces, la lactancia materna resulta de suma importancia para la salud y desarrollo del lactante, ya que además de aportar los nutrientes necesarios para su desarrollo, aporta algunas bacterias buenas para el desarrollo de su microbiota intestinal, la cual le ayudará como protección contra la aparición de enfermedades a nivel cardiovascular, gastrointestinal, metabólico e incluso del sistema nervioso, además de ser parte importante para el correcto desarrollo de su sistema inmune.

Equipo de investigación y editorial iNat México. 

Referencias

  • Pannaraj, P. S., Li, F., Cerini, C., Bender, J. M., Yang, S., Rollie, A., Adisetiyo, H., Zabih, S., Lincez, P. J., Bittinger, K., Bailey, A., Bushman, F. D., Sleasman, J. W., & Aldrovandi, G. M. (2017). Association Between Breast Milk Bacterial Communities and Establishment and Development of the Infant Gut Microbiome. JAMA pediatrics, 171(7), 647–654. 
  • Serrano Honeyman, C., Leon Rios, M., & Harris Diez, P. (2016). Desarrollo de la Microbiota Gastrointestinal en Lactantes y Su Rol en Salud y Enfermedad. ARS MEDICA Revista De Ciencias Médicas, 41(1), 35-43. 
  • Castañeda Guillot, C. (2018). Microbiota intestinal y salud infantil. Revista Cubana De Pediatría, 90(1), 94-110. 
  • Michel Aceves, R., Izeta Gutiérrez, A., Torres Alarcón, G., & Michel Izeta, A. (2017). La microbiota y el microbioma intestinal humano. (Entre las llaves del reino y una nueva caja de Pandora). Rev Sanid Milit Mex, 71(5), 443-448. 

 

 



 

 

 

 

 

 

Comments are closed.