Esta es una de las confusiones más comunes cuando se comienzan a integrar más jugos en la alimentación; algunas personas caen en la confusión sobre el tipo de equipo que deben usar cuando preparan un jugo o un licuado.
En primera instancia, hay que tener en cuenta cuál es el objetivo del insumo: si estamos buscando hacer un smoothie como desayuno o si estamos buscando un extracto que, más allá de cumplir con un alimento del día, está buscando aportar una gran cantidad de micronutrientes en una sola toma, esa es la magia de los jugos de vegetales.

En un extractor:
Cuando buscamos incorporar jugos en nuestra alimentación, mayormente nos referimos a preparaciones de vegetales o frutas que han sido separadas de su fibra, quedándonos solamente con la parte acuosa del alimento. En este sentido el objetivo principal de ingerir jugos principalmente de vegetales es hacer a un lado la fibra para absorber de una forma más rápida y directa los nutrientes contenidos en el extracto, es por esa misma razón que en la nutrición funcional recomendamos que los extractos se hagan principalmente de verduras y de preferencia con objetivos funcionales. Debe ser extractor de prensado en frío.

En una licuadora:
Una licuadora tiene la particularidad de modificar la estructura de los alimentos dándonos la posibilidad de volverlos puré o con inclusión de un poco de líquidos volverlos acuosos, este tipo de características son ideales para preparaciones como: vinagretas, sopas, smoothies, o licuados. En este sentido, la fibra no se desprende de la fase acuosa de los alimentos, para ello sería necesario colar o filtrar (cosa que hace un extractor).

8 diferencias básicas entre un extractor de zumos y una licuadora:

  1. Mientras que el extractor cold press tiene un tornillo prensador que funciona a baja velocidad, la licuadora tiene cuchillas que funcionan a alta velocidad.
  2. El método suave y conservador que utiliza el extractor no produce oxidación de los alimentos. Sin embargo, la enorme fricción y la dispersión de las gotas en aerosol por la centrifugación de la licuadora, produce oxidación.
  3. Utilizando el extractor de zumos de prensado en frío, no hay cambios de color ni de sabor, mientras que el zumo hecho con la licuadora sí que tiene cambios de sabor y color y además se produce una rápida sedimentación  de la fase sólida.
  4. Es mejor consumir el zumo recién hecho, pero si lo preparamos con el extractor de prensado, podemos guardarlo en la nevera en vidrio y tapados, entre 24 y 36 horas, con la licuadora es mejor no guardarlo.
  5. Mayor rendimiento con el extractor de prensa que con la licuadora, la pulpa sale más seca.
  6. Con el extractor de zumos obtendremos un buen rendimiento con la hoja verde, sin embargo la licuadora no presenta un buen funcionamiento con verduras de hoja verde.
  7. Gracias al filtro fino y grueso que trae el extractor de zumos podemos elegir un zumo con más o menos pulpa. Con la licuadora no hay opciones.
  8. El consumo energético del extractor lento de zumo es aproximadamente 150 W. La licuadora tiene un consumo energético aproximado de 1.500 W.

 

Equipo de investigación y editorial iNat México. 

 

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