De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, un probiótico es un microorganismo vivo que, cuando se administra en cantidades adecuadas, confiere un beneficio a la salud del huésped. Los probióticos pueden formar parte de distintos tipos de productos como alimentos, medicamentos y complementos de la dieta. Pero, ¿los productos comerciales confieren ese beneficio a la salud, como lo prometen? Sigue leyendo…
De entre los beneficios de los probióticos, podemos mencionar que: ayudan en el tratamiento de la diarrea infecciosa, disminución de la intolerancia a la lactosa, reducen síntomas de inflamación intestinal, aminoran los niveles de colesterol, ayudan a regular el sistema inmune, entre otros.
En estos días, podemos encontrar diversos productos comerciales que en contenido mencionan tener probióticos. Entre ellos podemos encontrar a los productos con Lactobacillus casei Shirota y otro que posee Bifidus Regularis.
Lactobacillus casei Shirota
Es un producto lácteo fermentado por el Lactobacillus casei Shirota. Esta bacteria ayuda a inhibir algunos microorganismos patógenos como la salmonella; reducir la intolerancia a la lactosa, aumentar la respuesta inmune, prevenir malestares intestinales y mantener el equilibrio del microbioma intestinal.
En el caso del producto, contiene agua, azúcar (12.5 g), 3.6% de leche descremada en polvo (2.88 g), glucosa (más azúcar), saborizante artificial, Lactobacillos casei Shirota 108 UFC/ml (100 millones de bacterias); tiene dos tipos de endulzantes: azúcar de caña y glucosa, en un envase de 80 ml.
En cuanto a su aporte de lactobacilos, especifican que contiene 8 mil millones de bacterias, aunque en realidad solamente poseen 100 millones. Se ha identificado que para que las bacterias sobrevivan al pH del tracto gastrointestinal tendría que ser mayor a 100 millones de lactobacilos, es decir, contarse en billones. Si esto lo comparamos con el contenido de azúcares que posee, los beneficios terminan siendo pocos.
Bifidus Regularis
Este producto contiene en 250 ml: azúcar (32.5 g), fibra (0.5 g), fruta (en teoría), almidón modificado, ácido cítrico, sorbato de potasio, colorantes naturales, saborizante, goma xantana y goma de algarrobo, las cuales le dan una consistencia espesa al producto, crema de vaca, sólidos de leche, jarabe de maíz (más azúcar), agar, bifidobacterias y cultivos lácticos.
Para que un producto que contiene cultivos lácteos resulte beneficioso para la salud, debe contener la suficiente cantidad de bacterias que puedan sobrevivir a la digestión y puedan llegar al intestino. Sin embargo, este producto no lo especifica por lo que no se sabe si contiene la cantidad necesaria o no, para brindar un beneficio a la salud.
Cabe destacar que ambos productos contienen cantidades muy altas de azúcar, por lo que en personas con diabetes y niños no estaría recomendado. En cuanto al aporte de probióticos, el primer producto no contiene la cantidad necesaria para brindar un beneficio a la salud, mientras que el segundo no especifica la cantidad que posee. Una buena opción para obtener la cantidad de probióticos necesarios para aportar beneficios a la salud es recurrir al consumo de yogur natural ácido sin azúcar, o bien el yogur de búlgaros sin azúcar o con miel virgen.
Equipo de investigación y editorial iNat México.
Referencias
- Garrote, A. & Bonet, R. (2017). Probióticos. Farmacia Profesional, 31(2), 13-16. Recuperado el 19 Agosto 2020.
- Radiografía de… Yogurt bebible Activia de Danone. El Poder del Consumidor. (2013).
- Radiografía de… Yakult, producto lácteo fermentado. (2015).
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