Los Trastornos de la Conducta Alimentaria o TCA son afecciones relacionadas con la ingesta de alimentos, forma y peso corporal. Estas se acompañan de conductas como restricción de ingesta, atracones, práctica extrema de ejercicio, provocación de vómito, uso de laxantes, etc.
Estos trastornos suelen aparecer durante la adolescencia (12 a 25 años), siendo entre los 14 y 18 años la edad con un mayor riesgo. Existen tres factores determinantes para el desarrollo de los TCA: predisponentes, precipitantes y mantenedores; que a su vez están influenciados por elementos biológicos, sociales, culturales, psicológicos, etc. Algunos de los síntomas característicos de los TCA son: insatisfacción de la imagen corporal, preocupación por la comida, peso o forma del cuerpo, empleo de medidas no saludables para el control o reducción del peso corporal.
Los TCA resultan por diversos factores, siendo el más común los estándares de belleza impuestos por la sociedad. Estos estándares adquieren popularidad a través de los medios de comunicación donde los cuerpos delgados o musculosos son sobrevalorados y se relacionan con la belleza y/o el éxito. Debido a esto muchas personas caen en la desesperación de lograr el “cuerpo perfecto” conduciendolos a recurrir a prácticas que pueden resultar dañinas para la salud.
Existen diversos factores socioambientales que tendrían un rol importante en el inicio y mantención de los TCA. Los comentarios opinando sobre la apariencia y la alimentación de una persona por parte de los padres, y los conflictos familiares no resueltos. Haber sido objeto de burlas principalmente por el peso y la figura, además de la constante presión percibida para tener un cuerpo delgado el cuál se relaciona con el “cuerpo perfecto”, la internalización de este ideal y aceptación social asociadas a la delgadez aumentan el riesgo de presentar TCA especialmente en mujeres adolescentes y adultas jóvenes.
Junto con esto, hoy en día, las redes sociales favorecen la aparición de TCA. Durante los últimos años, se han encontrado blogs y páginas tituladas “pro-ana” y “pro-mía” haciendo referencia a la anorexia o bulimia nerviosa. En dichas paginas se comparten recomendaciones para adelgazar y reforzar las conductas patológicas propias de la enfermedad, haciéndolas un estilo de vida.
Los TCA suelen presentarse en compañía de otras condiciones psiquiátricas o médicas. Entre los que se encuentran trastornos del estado de ánimo, ansiedad, trastorno obsesivo-compulsivo, fobia social, déficit de atención e hiperactividad, trastorno negativista desafiante, abuso de sustancias y/o alcohol, sobrepeso, obesidad, diabetes mellitus y enfermedad celiaca.
Estos trastornos pueden comprometer todos o la mayoría de los órganos y sistemas corporales, llegando a intervenir en el crecimiento y desarrollo. Las complicaciones que surgen de estos se deben principalmente a la desnutrición desarrollada por la ingesta limitada o nula de alimentos, atracones y purgas. Si bien algunas se pueden revertir cuando se regresa a una alimentación saludable. Sin embargo, existen algunas complicaciones que pueden ser irreversibles o bien que pueden llegar a conducir a la muerte.
Equipo de investigación y editorial iNat México.
Referencias:
Referencias
Arija-Val, Victoria, Santi-Cano, María José, Novalbos-Ruiz, José Pedro, Canals, Josefa, & Rodríguez-Martín, Amelia. (2022). Caracterización, epidemiología y tendencias de los trastornos de la conducta alimentaria. Nutrición Hospitalaria, 39(spe2), 8-15.
Gaete P., Verónica, & López C., Carolina. (2020). Trastornos de la conducta alimentaria en adolescentes. Una mirada integral. Revista chilena de pediatría, 91(5), 784-793.
Ayuzo-del Valle, Norma Cipatli, & Covarrubias-Esquer, Joshue David. (2019). Trastornos de la conducta alimentaria. Revista mexicana de pediatría, 86(2), 80-86.
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