Importancia de la hidratación en la salud

El agua es un nutriente importante y esencial para la vida. Es el componente más abundante del organismo, el cual cumple diversas funciones en distintos procesos fisiológicos como digestión, absorción y eliminación de desechos. La cantidad de agua que se encuentra en el cuerpo va a depender de distintos factores como edad, raza, sexo, volumen corporal, temperatura, estado de salud, actividad física, dieta, entre otros. El agua total del cuerpo disminuye de un 75% durante los primeros meses de vida hasta un 55% en la tercera edad, teniendo una media del 60% en la adultez.

Se recomienda un consumo promedio de 2 L de agua al día. El agua que se consume en conjunto con la contenida en los alimentos ayuda a garantizar una correcta hidratación. Asegurar una correcta hidratación, a través de una cantidad y calidad adecuada, ayuda a mantener una buena salud y bienestar. La deshidratación fomenta el aumento de la temperatura corporal, afecta la cognición y el rendimiento físico. Asimismo, se puede alterar el proceso de digestión, incrementa las probabilidades de infecciones, reacciones alérgicas, ocasiona dolor de espalda, cabeza y articulaciones.

Cuanto más grave es una deshidratación, los síntomas pueden empeorar, hasta causar la muerte. Cuando una deshidratación ocasiona una pérdida de peso corporal de más del 10%, la temperatura del cuerpo incrementa de manera rápida lo que puede ocasionar un riesgo de mortalidad. Otro punto importante es que una práctica de dietas severas y ejercicio intenso, sin una correcta hidratación, en zonas cálidas puede generar una muerte por para cardiorrespiratorio.

El cerebro tiene una gran proporción de agua, pues esta ayuda en la regulación de las funciones cerebrales, entre ellas los procesos de cognición. Cuando se cuenta con una deshidratación mayor al 2% del peso corporal se genera una disminución en la memoria a corto plazo, capacidad de atención, funciones de ejecución y coordinación. En cambio, una buena hidratación se relaciona con una reducción del riesgo de confusión, mayor sensación de felicidad y satisfacciones, así como un mejor humor. En los niños, una correcta ingesta de agua ayuda al rendimiento escolar, memoria visual y atención.

El riñón y las vías urinarias también se benefician del consumo de agua, pues ayuda a prevenir infecciones de las vías urinarias. Un bajo consumo de agua disminuye la cantidad de orina y aumenta su osmolaridad, lo cual incrementa el riesgo de formar cálculos renales.

La deshidratación ocasiona un aumento en el esfuerzo cardiovascular. Una ingesta baja de agua de manera crónica significa un factor de riesgo para desarrollar hipertensión, tromboembolismo venoso, enfermedad coronaria mortal e ictus.

Mantener una adecuada hidratación, mediante un adecuado consumo de agua ayuda a que el organismo realice de manera correcta sus funciones. Por el contrario, no ingerir la cantidad de agua puede predisponer a un individuo al desarrollo de diversas enfermedades. Es por ello por lo que se recomienda un consumo promedio de 2 L de agua al día.

Equipo de investigación y editorial iNat México.

Referencias: 

Salas-Salvadó, Jordi, Maraver, Francisco, Rodríguez-Mañas, Leocadio, Sáenz de Pipaon, Miguel, Vitoria, Isidro, & Moreno, Luis A. (2020). Importancia del consumo de agua en la salud y la prevención de la enfermedad: situación actual. Nutrición Hospitalaria, 37(5), 1072-1086.

Iglesias Rosado, C., Villarino Marín, A. L., Martínez, J. A., Cabrerizo, L., Gargallo, M., Lorenzo, H., Quiles, J., Planas, M., Polanco, I., Romero De Ávila, D., Russolillo, J., Farré, R., Moreno Villares, J. M., Riobó, P., & Salas-Salvadó, J. (2011). Importancia del agua en la hidratación de la población española: documento FESNAD 2010. Nutrición Hospitalaria, 26(1), 27–36.



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