Los mitos de la lactancia y la alimentación

La lactancia materna es aquella etapa en la que el bebé es alimentado del seno materno. La lactancia exclusiva durante los primeros seis meses de vida brinda diversos beneficios para la mamá y para el bebé. Entre los beneficios que destacan están la prevención de infecciones gastrointestinales o reducción de la mortalidad neonatal. A largo plazo, la lactancia puede disminuir el riesgo de sobrepeso y obesidad.  La leche materna es una buena fuente de energía y nutrientes para los niños de 6 a 23 meses.

A través de los años se ha dicho que existen alimentos que se deben evitar durante la lactancia. Las bebidas como el alcohol y la cafeína, debe evitarse su consumo excesivo ya que pueden significar un riesgo para la salud de la madre y el bebé. Sin embargo, se ha hablado de otros alimentos que deben evitarse debido a que “le provocan” cólicos del lactante. Los duraznos, ciruelas, alimentos ricos en fibra como el salvado, col de Bruselas, brócoli, col, espárragos, cebolla, ajo, papa, maíz y pastas son algunos de los alimentos que se cree que provocan cólicos.

La causa de los cólicos aún es indeterminada, pues existen diversos factores que la pueden desencadenar, sin embargo, existen diversas teorías, que abarcan desde causas psicológicas, gastrointestinales, hormonales, nutricionales, intolerancias y meteorismo. 

Dentro de las causas psicológicas se encuentran las alteraciones en la relación padre-hijo, nivel socioeconómico, edad o ansiedad del padre. 

Por otro lado, la inmadurez del tracto gastrointestinal (que de hecho esta es la causa más común del cólico y que va a ser innevitable durante al menos, los primeros 3 meses), hacen que el movimiento del esfínter anal sea mucho más lento o pasivo, lo cual genera la intensa contractilidad del intestino grueso y que puede ser dolorosa. 

Dentro de los factores hormonales, se encuentran trastornos relacionados con niveles bajos de colecistoquinina, que genera mayores movimientos gástricos aumentando el vaciamiento gástrico, incrementando los movimientos intestinales y como consecuencia se disminuye el tiempo del tránsito intestinal y ocasiona dolor. 

La intolerancia a la lactosa es otra de las posibles causas de la aparición de los cólicos. Esto es debido a que la lactosa, presente en la leche, no es absorbida de manera adecuada genera distensión abdominal y dolor. En algunos casos, la presencia de estreñimiento ocasionada por una inmadurez neurológica del colon genera la presencia de distensión abdominal, gases y dolor.

Dentro de las causas dietéticas están la alergia o intolerancia a la proteína de leche de vaca la cual genera una elevación de sustancias proinflamatorias y ocasionando un efecto de cólico. La alergia a alimentos, también se ha relacionado con la presencia de cólicos. Durante esta etapa el bebé comienza a adaptarse a las etapas de sueño y vigilia por medio de la maduración neurológica, que se da alrededor de los 3 meses, y que concuerda con la desaparición de los síntomas de los cólicos.

Otras causas que se han estudiado son el consumo de tabaco por parte de la madre, depresión pre o post parto e incluso que el bebé sea prematuro.

Durante mucho tiempo se han difundido muchos mitos sobre la lactancia y la alimentación de la madre. Se ha especulado que el consumo de algunos alimentos por parte de la madre puede provocar la presencia de cólicos en el bebé. Sin embargo, se ha encontrado que el consumo de alimentos como col, brócoli, coliflor, frijoles no generan los cólicos. Casi siempre, el cólico del lactante suele ser por una inmadurez de su sistema gastrointestinal; no obstante se cree que otros factores podrían estar involucrados como una intolerancia a la lactosa, alergia a la proteína de la leche, factores hormonales, condiciones gastrointestinales, entre otros. Recuerda que lo ideal es siempre acudir al control del niño sano para detectar cualquier anormalidad a tiempo.

Equipo de investigación y editorial iNat México.

Referencias

Organización Mundial de la Salud (OMS). (2020, 24 agosto). Alimentación del lactante y del niño pequeño. Organización Mundial de la Salud.

Jiménez Ortega, A. I., Velasco Rodríguez-Belvis, M., Ruiz Herrero, J., Peral-Suárez, A., Martínez García, R. M., & M. Bermejo, L. (2019). Controversias y errores en relación con la nutrición y la lactancia materna. Pautas para la mejora. Nutrición Hospitalaria, 1–15.

Aguirre, I. N., Bulnes, C. E., Orellana Gómez, A., Suazo, B. N., Modesto Mercado, E., Murillo Mejia, G., Fortin, H. D., García, H. E., Atuán, M. N., Barralaga Montoya, M., & Hernandez Artica, M. (2020). Trastornos Funcionales Digestivos del Lactante. Archivos de Medicina, 16(2), 1–5.

Ortega Páez, E., & Barroso Espadero, D. (2013). Cólico del lactante. Pediatría Atención Primaria, 15(Supl. 23), 81-87.

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