Relación entre la rinitis alérgica y los alimentos

La rinitis alérgica es una inflamación de la mucosa nasal a consecuencia de una exposición a un determinado alérgeno. La rinitis alérgica puede aparecer desde los inicios de la infancia y su incidencia se va incrementado hasta la adolescencia, por lo tanto, conforme el niño crece más riesgo tiene de desarrollar rinitis alérgica.

Entre los síntomas que se llegan a presentar son prurito nasal, rinorrea, estornudos y congestión nasal. Estos pueden estar acompañados de síntomas óticos, faríngeos y visuales como conjuntivitis, prurito ocular y lagrimeo. Este padecimiento puede ocasionar alteraciones del sueño, problemas de conducta, ansiedad, dolor de cabeza, falta de atención, problemas de aprendizaje y somnolencia, lo cual puede afectar el rendimiento escolar y la calidad de vida. Los ácaros del polvo y el polen se consideran los principales alérgenos.

Entre las causas de dicha reacción alérgica se encuentran: estacionalidad, cambios ambientales, antecedentes personales o familiares de atopia, asociación de asma y/o dermatitis atópica y/o alergia alimentaria. También pueden influir en los síntomas otros factores como el resfriado, olores fuertes, humos, polvo como el de una tiza, práctica de ejercicio excesivo, entrada de agua en la nariz al bañarse, estar nervioso, llanto, alimentos ácidos o picantes, etc.

Se han realizado estudios en los que se analiza la relación de la alimentación con la presencia de rinitis alérgica. En un estudio realizado en niños se encontró una relación positiva entre la presencia de rinitis alérgica y dietas altas en grasas y bajas en carbohidratos. Además, de este estudio, estudios previos demostraron que la ingesta de grasas y la obesidad posterior se relacionaba con la presencia de asma, rinitis alérgica y rinoconjuntivitis.

También se ha visto que ciertos tipos de ácidos grasos tienen un papel en las reacciones del sistema inmunitario. El ácido linoleico, precursor del ácido araquidónico, el cual a su vez se convierte en prostaglandina E2 que promueve la reacción inmunológica alérgica. Diferentes elementos nutricionales, entre ellas las proteínas, tiamina y niacina, han mostrado ligeras relaciones con la rinitis alérgica.

Los niños con enfermedades atópicas presentan una mayor prevalencia de alergia alimentaria. Existen estudios que muestran que los niños con dermatitis atópica y alergia alimentaria tienen una mayor prevalencia de rinitis alérgica y asma.

La rinitis alérgica es una reacción del sistema inmune a diversos alérgenos que se manifiesta con síntomas nasales, oculares, óticos y faríngeos. Existen distintos factores que desencadenan este padecimiento. Una dieta rica en grasas y baja en carbohidratos resulta ser un factor predisponente para presentar rinitis alérgica. Por ello, se recomienda llevar una dieta balanceada y sin caer en el exceso de consumo de ciertos grupos de alimentos.

Equipo de investigación y editorial iNat México.

Referencias: 

Bercedo Sanz, A., Callén Blecua, M. T., Guerra Pérez, M. T., & Grupo de Vías Respiratorias. (2016). Protocolo de Rinitis Alérgica: El pediatra de Atención Primaria y la Rinitis Alérgica. Protocolos de GVR, 1–20.

Kim, S. Y., Sim, S., Park, B., Kim, J. H., & Choi, H. G. (2016). High-Fat and Low-Carbohydrate Diets Are Associated with Allergic Rhinitis But Not Asthma or Atopic Dermatitis in Children. PloS one, 11(2), e0150202.

Prat, C. (2019, 20 marzo). El asma y las alergias alimentarias en niños con. Dermatitis Atópica.

Los síntomas de rinitis alérgica también se pueden manifestar en casa | SEICAP – Profesionales. (2020, 14 abril). Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica. 

Comments are closed.